De las 16 sesiones ordinarias del actual periodo en la Cámara de Diputados, el legislador panista César Nava Vázquez sólo se ha presentado a una, la del miércoles pasado, cuando provocó la disputa verbal con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el tema de las alianzas electorales.

Durante todo febrero, el presidente del Partido Acción Nacional, diputado por el distrito electoral federal 15, de la delegación Benito Juárez, obtuvo nueve permisos de la mesa directiva para no presentarse.

Las autorizaciones le permitieron cobrar su salario íntegro, pues la Ley Orgánica del Congreso señala que sólo se descontará de la dieta mensual de los diputados las inasistencias no justificadas.

Según el listado de asistencias, Nava no se presentó siquiera a la sesión de instalación de la Cámara, el primero de febrero. Durante ese mes, se realizaron nueve sesiones en San Lázaro.

El documento revela que desde la sesión del 2 de marzo hasta la de ayer, Nava Vázquez ha acumulado siete faltas.

El artículo 50 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso define que “cuando un miembro de la Cámara deje de asistir a las sesiones durante 10 días consecutivos sin causa justificada, la secretaría (general) hará que se publique el nombre del faltista en el Diario Oficial mientras continuare la falta”

El artículo 47 señala que el diputado que por indisposición u otro grave motivo no pudiere asistir a las sesiones o continuar en ellas, lo avisará al presidente (de la mesa) por medio de un oficio o de palabra; pero si la ausencia durase más de tres días, lo participará a la Cámara para obtener la licencia necesaria.

El 2 de marzo pasado Nava anunció que solicitaba licencia para dedicarse a la campaña electoral de su partido, lo cual los legisladores priístas rechazaron en revancha por la alianza panista con los perredistas.

El dirigente panista anunció el 10 de marzo, luego de la agria disputa verbal en tribuna con los priístas, que ya no solicitaría licencia y asistiría a las sesiones restantes del periodo ordinario, lo cual no ha ocurrido.

Mientras, la presidenta priísta, Beatriz Paredes Rangel, ha tenido 10 asistencias, cuatro faltas, un retardo por cédula y un permiso de la mesa directiva.

Sin embargo, sus propios compañeros de bancada señalan que Paredes se presenta y permanece en las sesiones donde se tratarán temas que le interesan. De lo contrario, sólo registra su asistencia en el tablero electrónico y después se ausenta del salón de plenos.