Con la puesta en marcha del Metrobús, el Distrito Federal se convirtió en la primera ciudad de América Latina que desarrolló una estrategia de cambio climático para mitigar las emisiones de contaminantes y resolver los problemas de transporte que enfrenta, aseguró Walter Vergara, representante del Banco Mundial, y agregó que ha sido un ejemplo en la materia, por lo que ha sido copiado en otros países.

Durante la ceremonia del cierre formal de la donación que la institución realizó al Gobierno del Distrito Federal para la ejecución del proyecto Introducción de medidas ambientalmente amigables en el transporte (PIMAAT), señaló que pocas ciudades han trabajado de manera eficiente para concretar este tipo de proyectos que combaten el calentamiento global, por lo que confió en que siga creciendo e incorpore lo más moderno en tecnología: las unidades híbridas.

El Metrobús llegó para quedarse, por lo que se buscarán opciones financieras para concretar los 10 corredores comprometidos y no afectar la movilidad de 22 millones de viajes diarios, quienes al quedar atrapados en problemas de tránsito generan un costo económico anual de mil 300 millones de pesos, afirmó el secretario de Transporte y Vialidad, Armando Quintero.

La incorporación anual de 250 mil unidades al parque vehicular particular nos obliga a impulsarlo. No se trata de una opción, sino de una necesidad imperiosa para evitar que la ciudad se colapse, y señaló que se mantienen negociaciones con los concesionarios de las rutas 1, 3 y 88, involucradas en el proyecto de la tercera línea, de Tenayuca a Etiopía, así como con los vecinos. Con su concreción se retirarán mil 500 microbuses que ya son insostenibles económica, ambiental y socialmente, agregó.

El director del Metrobús, Guillermo Calderón, explicó que con la puesta en operación del sistema se dejaron de emitir 80 mil toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, a lo que se sumarán otras 20 mil de la nueva línea, y se dejaron de realizar 75 mil viajes en auto. Hoy, 15 por ciento de los 500 mil usuarios diarios que tenemos en las dos líneas abandonaron su automóvil para abordar algunos de los 230 vehículos articulados o 12 biarticulados.

La donación de un millón de dólares del Banco Mundial permitió probar la eficiencia de 17 tipos de vehículos y elegir el mejor hace cinco años. La apuesta es incorporar tecnología híbrida a finales de año y comercializar la reducción de GEI, que significa 180 mil euros al año, con una nueva metodología que servirá también al Metro, denominada Mexico City Insurgentes Metrobús, con la que se puede certificar esa baja de emisiones y en automático recibir el doble de recursos para aplicarlos en mantenimiento de camiones o estaciones, así como nuevos proyectos, afirmó Calderón.

La secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado, mencionó que se analiza la posibilidad de acceder a un fondo de 200 millones de dólares con que cuenta la institución financiera para la adquisición de autobuses híbridos, a fin de incorporarlos a las siguientes líneas del Metrobús, luego de que los 5 millones 800 mil dólares que nos otorgó fue el capital semilla que más frutos ha rendido, para mejorar el medio ambiente y desincentivar el uso del automóvil.

A la fecha el Programa de Acción Climática de la ciudad es uno de los pioneros en América Latina. Además ha adquirido compromisos directos respecto a reducción de emisiones, punto que lo hace más destacado, ya que pocas ciudades las que asumen semejantes compromisos, abundó.