Jerusalén, 16 de marzo. La humanidad debe repetir cuantas veces sea necesario: nunca más, nunca más, nunca más, declaró hoy el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al concluir su gira por Israel con una visita al museo del Holocausto, mientras en la franja de Gaza unos 80 palestinos resultaron heridos por la represión de fuerzas israelíes durante las protestas contra la ampliación de asentamientos ilegales en Jerusalén este y la reapertura de una sinagoga.

El mandatario brasileño expresó que los defensores de la democracia y de los derechos humanos no podemos permitir que se repita el Holocausto.

Lula plantó un olivo en el Bosque de Jerusalén y puso flores en la tumba donde están las cenizas de las víctimas del campo de exterminio de Majdanek, en Polonia.

La visita de Lula a Israel –donde se inició la primera gira de un gobernante brasileño a Medio Oriente desde que el emperador Pedro II visitó la región, hace 134 años– forma parte del plan del presidente de adjudicarle a Brasil un papel más activo en las negociaciones de paz, y así conquistar apoyo para su candidatura como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuando sea ampliado.

El tema Irán crea resistencia

La participación de Lula, sin embargo, genera resistencia en algunos sectores de Israel, donde causa preocupación que el gobernante brasileño no respalde la adopción de sanciones contra Irán, a raíz del polémico programa nuclear desarrollado por el presidente Mahmud Ahmadinejad.

En este sentido, Israel Lau, presidente del Memorial de Yad Vashem por las víctimas del Holocausto y sobreviviente de los campos de exterminio, pidió este martes a Lula que le organice un encuentro con Ahmadinejad donde sea y cuando sea.

El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, se manifestó hoy favorable a la ampliación del abanico de interlocutores en las negociaciones de paz y sostuvo que el peso de Brasil no puede ser ignorado.

Tras su estancia en Israel, Lula se dirigió a los territorios palestinos y visitó la ciudad de Belén, donde fue recibido por el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas.

El paso de Lula por Israel no estuvo alejado de la polémica. El ministro israelí del Exterior, Avigdor Lieberman, boicoteó el lunes el discurso que pronunció Lula ante el Parlamento y tampoco acudió al encuentro que éste tuvo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por el supuesto rechazo que hizo el presidente brasileño de depositar un ramo de flores en el Monte Herzl, informó el diario Haaretz.

Lieberman consideró que la negativa fue una ofensa para Israel, pero el gobierno de Brasil salió al paso y señaló que la visita a ese lugar no formaba parte la agenda oficial.

En otro orden, en Jerusalén este 80 palestinos resultaron heridos al enfrentar a fuerzas israelíes durante las protestas contra la construcción de mil 600 asentamientos ilegales y la reapertura de una sinanoga.

La protesta fue convocada por el movimiento islámico Hamas en lo que llamó una jornada de cólera.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a la calma y reiteró su condena a la ampliación de asentamientos, los cuales, dijo, son ilegales bajo la ley internacional.

En este sentido, Lieberman criticó a la comunidad internacional por multiplicar las exigencias y no tener una actitud más objetiva y constructiva hacia Israel, tras una conversación con Ban.

El enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, George Mitchell, no se reunirá con funcionarios israelíes y palestinos antes del encuentro del Cuarteto para Medio Oriente que se realizará el próximo viernes en Moscú, confirmó el Departamento de Estado, al señalar problemas de agenda.