La crisis económica, la escasez de financiamiento y la falta de interés de los inversionistas han provocado que en casi dos años la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sólo haya podido colocar dos paquetes carreteros de cinco que tiene en la cartera de licitaciones, y que forman parte del Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas (FARAC), que el gobierno de Felipe Calderón decidió regresar al sector privado.

En esta administración la SCT ha impulsado el esquema de asociaciones público-privadas como estrategia para desarrollar infraestructura carretera, en específico para que después 14 años de que el gobierno rescató las carreteras que no pudo administrar el sector privado, y que se concentraron en el FARAC, ahora vuelvan a manos de particulares.

En ese intento, desde 2008 –antes de que se declarara la crisis económica mundial– se lanzó la licitación para el paquete carretero de Occidente y se le logró colocar entre inversionistas por 4 mil millones de pesos, que fueron aportados al Fondo Nacional de Infraestructura.

El siguiente paquete carretero puesto en licitación por la SCT fue el de carreteras del Pacífico, pero en plena crisis mundial, la falta de financiamiento y de interés de los inversionistas hizo que se declarara desierto, y se dividió en dos para hacerlo más atractivo.

Hace unos meses, en el segundo intento, y con un paquete de carreteras menor, la SCT logró colocar el paquete del Pacífico Norte, en un concurso que ganó el empresario Carlos Slim. Mientras, el paquete Pacífico Sur sigue a la espera de mejores condiciones económicas y financieras, explicó el subsecretario de Infraestructura, Óscar de Buen.

El funcionario explicó que la semana pasada se declaró desierto el concurso de uno de los dos paquetes carreteros del noreste, debido a que los dos únicos interesados ofrecieron mucho menos de lo que el gobierno esperaba obtener. Los participantes fueron Ideal, de Carlos Slim, y el consorcio portugués Mota-Engil. La propuesta más alta fue de mil 500 millones de pesos, pero esperábamos obtener más de 3 mil millones, por lo que se declaró desierto y ahora analizaremos las condiciones del mercado, la disponibilidad de financiamiento y mejores condiciones para que sean atractivos para los potenciales inversionistas.

Explicó que el paquete carretero del noreste original estaba integrado por vialidades de Tamaulipas y Nuevo León, pero la crisis obligó a reestructurarlo y se dividió en dos: uno con carreteras de Tamaulipas y el otro con las de Nuevo León. El paquete que se declaró desierto la semana pasada fue el de Tamaulipas, y el otros sigue a la espera de ver cómo evoluciona el mercado.

Así, está en cartera el paquete de carreteras del Pacífico Sur, que, dijo De Buen, podría colocarse a mediados de año; mientras los dos del noreste se volverán a estructurar para hacerlos más atractivos en lo técnico, económico y financiero.

De Buen indicó que en lo que se vuelven a armar los tres proyectos que no se han podido colocar, la SCT sacará en unos meses la licitación de otros dos paquetes que vemos son los que van a salir en menor plazo: se trata de carreteras de Michoacán y de Querétaro.

Puntualizó que si bien las condiciones económicas y financieras para 2010 son mejores que las de 2009, no quiere decir que serán fáciles o similares a las que privaban antes de la crisis.