Domingo 14 de marzo de 2010, p. 12
Para el abogado José Bonilla, las disculpas que la Iglesia católica ha dado por los casos de abuso sexual de menores no son nada nuevo, es el discurso que tiene desde hace años, sólo palabras elegantes
, y remarcó que si realmente hubiera voluntad para ponerle un freno a la situación estaría poniendo ante la justicia a los curas pederastas
, porque consideró que es con hechos y no discursos como se demuestra el interés por hacer algo.
En entrevista, el litigante, quien ha dado asesoría en más de 70 casos de abuso sexual infantil, algunos de ellos perpetrados por clérigos, señaló que la gravedad de este delito es tal que debería ser considerado de lesa humanidad
, y añadió que para que la curia entendiera el daño que provoca el abuso infantil me gustaría que esta gente platicara con los niños y niñas que han sido abusados sexualmente y con sus familias, para que entiendan la magnitud del problema, lo grave que es
.
Asimismo, criticó que el Vaticano remarque que no sólo en la Iglesia católica se dan actos de pederastia. Sólo queda responder con el dicho mal de muchos, consuelo de tontos; plantear esto es una burla para la sociedad y para las víctimas
.
Cero tolerancia
Por otra parte, la arquidiócesis de México dio a conocer que aplica cero tolerancia
a conductas clericales inapropiadas
y detalló que prueba de ello es que de 2000 a 2007 12 sacerdotes
han sido suspendidos del ejercicio ministerial por este motivo, e incluso remarcó que actualmente hay religiosos culpables purgando su pena con la sociedad en la cárcel
.
La arquidiócesis subrayó que las leyes canónicas castigan a estos “criminales con la suspensión a divinis, privándolos de su ministerio sacerdotal, y no tiene objeción alguna para que las leyes civiles castiguen con todo rigor al malhechor que denigra la dignidad de su víctima y de su propio ministerio sagrado”.
En lo que concierne al ámbito de la prevención, apuntó que los sacerdotes de las comunidades religiosas del Distrito Federal han participado en los cursos Vida afectiva y sexualidad, sus implicaciones sicológicas, sociales y jurídicas, y mantienen una formación permanente.
También resaltó que desde 2007 el cardenal Norberto Rivera Carrera giró instrucciones concretas a toda la arquidiócesis para evitar actos de abuso sexual cometidos por ministros religiosos, y ordenó a clérigos, religiosas y laicos denunciar ante las autoridades aquellos de los que tuvieran noticia
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