México es pionero en este servicio, señala subdirectora del instituto
Viernes 12 de marzo de 2010, p. 40
Para ser edecán no es requisito indispensable ser joven. Con base en esta tesis el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) trabaja en el programa de edecanes de la tercera edad, el cual ha tenido excelente aceptación
en diversas empresas, de seguridad y laboratorios, así como por secretarías de gobierno, entre ellas la del Trabajo y Previsión Social.
En entrevista, María Elena Ramos Muñoz, subdirectora de concertación y promoción de dicho instituto, informó lo anterior durante una reunión de promoción del programa de empleo para ese sector, y agregó que con este esquema se rompe el paradigma de que ser joven y tener una cara bonita
es lo que hace a un buen edecán.
La funcionaria detalló que el servicio de edecanes de la tercera edad, en el que participan mujeres y hombres mayores de 60 años, se promociona en las dependencias gubernamentales para que éstas en sus actos y congresos utilicen a adultos mayores, las cuales han demostrado ser muy cálidos, amables y con buen trato
hacia los asistentes a estos eventos, además de que aportan experiencia, bagaje cultural, manejo de idiomas, excelente presentación y manejo de computadoras, entre otras cualidades.
Luego de remarcar que el Inapam participa como vínculo con las empresas y maneja un catálogo de edecanes, Ramos indicó que dichos trabajadores de la tercera edad perciben, a través de honorarios, remuneraciones diarias que van de 500 a 800 pesos, lo mismo que los edecanes jóvenes.
Comentó que los edecanes mayores, dadas sus cualidades y experiencia, no son adorno
y agregó que los empresarios que los buscan porque quieren darle realce, un giro distinto, más serio y no tan frívolo a sus actos
. Destacó que México es pionero en esto.
María Elena Muñoz, de 65 años, narró a este diario que después de casi medio siglo volvió a trabajar de edecán, pues su primer empleo fue a los 16 años como edecán de una refresquera. Calificó su labor actual de experiencia gratificante que me hace sentir útil y activa y me abre expectativas
.
María Eugenia Ruiz, también de 65 años, dijo sentirse contenta como edecán y manifestó que ayer, en el acto del Inapam, fue la primera vez que realiza esta labor. Esto me hace sentir que tengo mucho que dar todavía, que a nuestra edad no estamos terminados; siempre trabajé en relaciones públicas, era gerente de un banco.