En la resaca del enfrentamiento, los rijosos diputados de PRI y PAN, que durante dos días se prodigaron ofensas y descalificaciones, y hasta advirtieron sobre la posible ingobernabilidad del país, no se dieron tiempo para hacer un recuento de daños y optaron por olvidar el espectáculo que ofrecieron.

Beatriz Paredes Rangel, presidenta del PRI, quien propició el debate con los panistas al pretender limpiar su imagen pública desde la tribuna camaral, cortó de tajo la posibilidad de mantener vivo el debate: Para mí, ya terminó el tema.

–¿Pero sí sigue en la tesitura del debate?

–Es un tema en el que me parece se han dado argumentos, la sociedad tiene un análisis, todos tienen un análisis, y hay muchos asuntos fundamentales para el desarrollo nacional. Es crucial avanzar en una respuesta a la problemática de desempleo, es fundamental que se clarifique una estrategia de apoyo a las estancias infantiles, en fin, los temas que le importan a la sociedad, no los dimes y diretes.

A diferencia del martes, cuando 407 diputados acudieron a la sesión, ayer sólo asistieron 281, 30 más del mínimo para hacer quórum.

Los protagonistas del encontronazo optaron por hacer mutis. Paredes sólo estuvo en San Lázaro el tiempo suficiente para poner su huella en el sistema electrónico de registro. César Nava ni siquiera se presentó.

En la sesión sólo se desahogaron puntos de acuerdo y a las 14:15 horas el presidente de la mesa directiva, el panista Francisco Ramírez, la dio por terminada. Al parecer los diputados tenían prisa por regresar a sus estados a disfrutar el puente.

Quien no olvidó los estragos provocados por el tema de las alianzas fue Alejandro Encinas Rodríguez, coordinador de la bancada del PRD.

En la plenaria de su grupo parlamentario solicitó a sus compañeros no dejarse llevar por las confrontaciones que PAN y PRI escenifiquen en San Lázaro. Los problemas de esos partidos son de ellos, no de nosotros.

Más tarde, en entrevista, manifestó su oposición a las alianzas con la derecha representada por el blanquiazul. Va a resultar muy difícil explicarle a la militancia, al electorado tradicional del PRD y de la izquierda, esta alianza con el PAN, cuando se ha dado a conocer un acuerdo en que se compromete el aval del PRI para aumentar los impuestos en este país a cambio de no establecer alianzas entre PAN y PRD.

–¿Participarán con el PAN en el estado de México? 

–Estoy convencido de que en el estado de México hay que trabajar un frente electoral de las fuerzas democráticas y de izquierda, que sume a PRD, PT y Convergencia, así como a muchas fuerzas regionales y municipales en la entidad.

Creo que no necesitamos ir en alianzas que generen confusión. Sin ambigüedad, hay que presentar un frente político electoral de las izquierdas y para eso vamos a trabajar en el estado.

Un día después de la confrontación PRI-PAN, Juan José Guerra Abud, coordinador de los diputados del PVEM en San Lázaro –quien le dijo a César Nava que carece de nivel para debatir con Enrique Peña Nieto–, hizo un llamado a la civilidad política en el Congreso, y aceptó la disculpa del panista Guadalupe Robles, quien el miércoles arrojó monedas a su bancada cuando Alfredo del Mazo Maza se sumó al respaldo irrestricto al gobernador del estado de México.

La coordinadora del PAN, Josefina Vázquez Mota, acompañada de Roberto Gil, Alberto Pérez Cuevas y Guadalupe Robles, se dirigió de su curul a la de Guerra Abud para ofrecerle un abrazo y un beso como disculpa por el exceso de su correligionario. En correspondencia, Guerra Abud la acompañó de regreso a su lugar.

Del lado priísta, Jorge Carlos Ramírez Marín, mano derecha de Beatriz Paredes en San Lázaro, deslizó la demanda de generar confianza desde el gobierno y su partido:

Cuando el partido en el gobierno te amenaza, te increpa, te insulta, y además dice que va a emplear todas las herramientas posibles para ir contra ti, no solamente tienes que preocuparte, tienes que pensar que ese partido ya tomó la decisión de no construir acuerdos.

Emilio Chuayffet señaló que las dos jornadas de ataques se circunscribieron a hechos sin sustancia política. Hay que distinguir claramente lo que son episodios y anécdotas, de lo que son los grandes trazos del desarrollo del país. Yo me inscribo en la ocupación y preocupación de éstos, y no tanto en las anécdotas y los episodios de las últimas dos sesiones en la Cámara de Diputados.

El priísta Óscar Levín Coppel asumió el costo de su desliz verbal contra la comunidad gay. “Ayer tuve una mala tarde, al fragor de la batalla cometí un error, una tontería –hay que llamarla como es–, haciéndole una ofensa, que no pretendía hacer, a la comunidad gay, haciendo un comentario que salió, como decía, al fragor de la batalla.

Quiero, por vía de ustedes, ofrecer una disculpa a toda la comunidad. Soy un liberal que comparto muchas de las causas de las minorías y me ofrezco inclusive como gestor para cualquier planteamiento legislativo que ellos tuvieran que hacer, volverme un interlocutor válido en estos casos.

En el salón de plenos se cruzó con la diputada Enoé Uranga, del PRD, quien lo atajó el miércoles. Levín Coppel reiteró su disculpa y le pidió que intercediera ante la Comisión Nacional para la Prevención de la Discriminación, donde se inició una queja contra el priísta para que lo llamen a comparecer por su exceso verbal.

La respuesta de la legisladora fue tajante: No. Te mereces un jalón de orejas.