La directora del Museo del Palacio de Bellas Artes, Roxana Velásquez, aseguró que a René Magritte nunca se le había dedicado una exposición monográfica de 150 obras, ni en México ni en América Latina.

Se trata, explicó, “de una aproximación al artista belga conocido internacionalmente por sus imágenes, pero que no ha sido visto por varias generaciones en el país, y no se ha podido comparar qué hace este hombre versus los otros surrealistas”.

En entrevista con La Jornada, Velásquez consideró que la exposición El mundo invisible de René Magritte atraerá multitudes, incluso más que las exhibiciones de Tamara de Lempicka y Doménikos Theotokópoulus, El Greco.

Tenemos grandes expectativas de hordas que vienen al Museo del Palacio de Bellas Artes; será una muestra muy atendida y estoy convencida de que varias generaciones que no conocen a Magritte lo podrán disfrutar. Creo que sí asistirán miles de personas, ya lo veremos al final, dijo la funcionaria.

La muestra, que será abierta al público el jueves 18, adelantó Velásquez, no viene de itinerar por otros países. El proyecto es inédito porque surge y se crea desde el Palacio de Bellas Artes. Reiteró que es la mayor colección de obras de Magritte que se presenta por primera vez en América Latina.

Proyectos de esta gran complejidad sólo se logran con mucho tiempo de negociación y, sobre todo, con la credibilidad de la institución. Nadie se puede desprender de piezas del arte universal si no tienes una institución detrás que te respalde, agregó la directora del museo.

Con la seguridad, iluminación y humedad adecuada, las piezas, provenientes de más de 30 mu-seos y colecciones particulares, se exhibirán en seis salas del recinto. Tenemos un diseño muy espectacular que atraerá la atención de jóvenes, adultos y, por supuesto, de los niños.

Para Roxana Velásquez presentar en el país los más importantes óleos del artista belga confirma que existe una tradición cultural y plena confianza en los académicos mexicanos. A manera de ejemplo, manifestó que el Centro Pompidou, uno de los más importantes del arte moderno en Europa, prestó nueve obras, entre las que figura La violación.

Realizarán coloquio en abril

El proyecto de traer a México la obra de René Magritte (Lessines, Bélgica, 1898; Bruselas, 1967), pintor, grabador, escultor, cartelista, fotógrafo y cineasta, se inició en 2007 con el propósito de retomar a un artista internacional al que nunca se había dedicado una exposición monográfica de 150 piezas.

Con esa exposición, el Museo del Palacio de Bellas Artes busca ser un referente en el conocimiento, profundización y estudio de la obra de Magritte, ya que de manera paralela se presentará un catálogo y en abril se realizará un coloquio en el que participarán especialistas en el artista belga.

El arte de Magritte, recordó Velásquez, se exhibió aquí en 1974. Hubo una exposición en el Museo de Arte Moderno que se llamó Los surrealistas belgas. El Tamayo cuenta en su colección permanente con piezas del artista belga y hay personas que no lo saben. No se han percatado de que existe una litografía en ese acervo, que se incluye en la exposición del Palacio de Bellas Artes.

Velásquez, quien contó con el apoyo de Sandra Benito en la curaduría, así como con la asesoría del Museo de Magritte, de Bélgica, explicó que pensar en surrealismo sin pensar en México no es posible, pues están ligados por Frida Kahlo, André Breton y Luis Buñuel.

“Magritte –destacó la funcionaria– es totalmente distinto del resto de los surrealistas, porque si piensas en los sueños de Dalí son ideas, conceptos, muchas imágenes, pero René se concentra en el objeto cotidiano, la manzana, el sombrero, las plumas, las nubes que él retoma, descontextualiza y lo hace motivo principal de representación.”

Del 18 de marzo al 11 de julio se podrá incursionar en el universo de Magritte en el Museo del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas).