Uniformados en el municipio conurbado a Monterrey exigen mayor respaldo de autoridades
En la jornada reportan otros 10 asesinatos, cinco ejecutados en un bar de Celaya, Guanajuato
Domingo 7 de marzo de 2010, p. 9
Francisco Alejandro Charles Rodríguez, Luis Eduardo Reséndez Rodríguez y Francisco Maldonado Ramírez, policías de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, fueron asesinados dentro de su patrulla en la colonia Hacienda los Morales de ese municipio.
Un cadete que los acompañaba sólo recibió un rozón de bala en el rostro, y al rendir declaración ante la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) dijo que cuatro pistoleros los sorprendieron al regresar al cruce de la calle D y Bonifacio Salinas Leal, donde habían dejado otra patrulla por falta de gasolina.
Los pistoleros –que no se identificaron como miembros de ningún cártel– desarmaron a los agentes, los hicieron subir a los cuatro de nuevo a la unidad en que habían ido por combustible, y les dispararon a corta distancia luego de pronunciar: Que Dios los bendiga
, relató el sobreviviente, que no portaba arma, único a quien los atacantes habían esposado.
Tras el ataque perpetrado a las 3:30 de este sábado, unos 200 policías nicolaítas pararon labores en reclamo de más apoyo por parte del alcalde panista Carlos de la Fuente, y del titular de Seguridad Pública local, Antonio Gamiño Gutiérrez, quien estuvo ausente de la escena donde ultimaron a sus compañeros y tampoco acudió a la comandancia con motivo del reciente lanzamiento y explosión de una granada en su contra.
Piden que les restituyan uso de armas largas
Los inconformes exigieron la entrega de armas largas, que por disposición del gobierno estatal se les retiraron a todas las policías municipales desde junio de 2009, a raíz de un conato de enfrentamiento con elementos federales. Tras acordar con Gamiño nuevas estrategias de patrullaje y aceptar su ofrecimiento de gestionar la devolución del armamento, reanudaron labores tres horas después.
A su vez, el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz emitió por la tarde un mensaje de unidad
a la gente de Nuevo León, y de reprobación a quienes rechazan el progreso del estado y quieren hacerle daño, según dio a conocer la agencia Notimex.
Por el recrudecimiento de la violencia desatada por el crimen organizado que vive la entidad, el 25 de febrero ya perdieron la vida dos policías durante un ataque a la comandancia municipal de China; y el 3 de marzo, en Anáhuac, perecieron en un enfrentamiento dos militares, dos presuntos narcos y dos civiles atrapados en el fuego cruzado, entre otros incidentes.
Ayer sábado por la tarde también fueron asesinados, en Guerrero, los policías estatales Abraham Francisco Cantú y Misael Tapia Gómez, durante una emboscada que les tendieron en El Mirador, municipio de Petatlán, en la que otros dos de sus compañeros resultaron heridos.
Según la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del estado, el ataque tuvo lugar alrededor de las 17 horas, cuando los efectivos divididos en dos grupos recorrían la carretera Acapulco-Zihuatanejo, y tiradores parapetados en un cerro comenzaron a dispararles con fusiles AK-47 y AR-15, sin que la pronta defensa policiaca impidiera su fuga.
En horas recientes al menos otras 10 personas también murieron a manos de presuntos pistoleros profesionales, tres de ellas en Sinaloa y dos más en Tijuana, Baja California. Las restantes cinco –Eduardo García Peña, Rito González Sierra, Rubén Campos, Miguel Ángel Reséndiz Alonso y María Dolores Orozco Pérez– fueron ultimadas el viernes dentro de un bar en Celaya, Guanajuato.
David Carrizales, Sergio Ocampo Arista, Carlos García, Javier Valdez Cárdenas y Antonio Heras