El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), César Nava, endureció ayer su posición contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al señalar que la dirigencia de éste nunca tuvo el ánimo de cumplir el acuerdo que suscribieron a finales de octubre, cuando se negociaba el paquete fiscal para 2010.

Las declaraciones del senador Manlio Fabio Beltrones en que confirma que no conocía el convenio evidencian que la cúpula priísta nunca tuvo la intención de cumplirlo, enfatizó.

El panista resaltó que fue el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, quien propuso el pacto, mediante el cual el PAN se comprometió a no realizar alianzas electorales con la oposición en esa entidad para los comicios del próximo año, a cambio del apoyo priísta a la iniciativa de Ley de Ingresos del Ejecutivo.

Tras reunirse con alcaldes de su partido, Nava insistió en que el presidente Felipe Calderón no se enteró de la existencia del documento cuando fue suscrito.

La versión fue secundada por el coordinador de los senadores del blanquiazul, Gustavo Madero, quien aseguró en Aguascalientes que Nava le notificó a él y al titular del Ejecutivo sobre el asunto ex post.

En medio del escándalo generado por la existencia de este acuerdo secreto y las mentiras que utilizaron los dirigentes partidistas para negarlo, el presidente del PAN no sólo tuvo que enfrentar las críticas de la oposición, sino también la de su antecesor, Manuel Espino.

El ex dirigente destacó que Nava no tenía autoridad para decidir individualmente sobre el tema de las alianzas.

Mucho menos tenía derecho para comprometer el futuro del PAN, sobre todo cuando se pretendía que el documento tuviera vigencia más allá del periodo del actual líder, que concluye a finales del presente año, aseveró.

Resaltó que su sucesor tomó una decisión al margen de las facultades que le confieren los estatutos del partido y sin contar con la autorización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

En un comunicado, Espino consideró que lo más grave es que cuando detonó el asunto, Nava negó tres veces la existencia de dicho documento: ante el Consejo Nacional, ante el CEN y ante la ciudadanía.

De esa manera se devaluaron la palabra y la estatura política del dirigente, abundó.

Además, el convenio evidentemente buscaba brindar apoyo político a Peña Nieto, lo cual lo hace aún más vergonzoso.

Contra la posición de Espino, la Comisión Política del blanquiazul –integrada por gobernadores, secretarios de Estado y miembros del CEN– manifestó su respaldo al presidente panista y se pronunció por mantener las puertas abiertas al diálogo y por reconstruir las bases de confianza mutua en la negociación política, a partir de la necesidad de alcanzar acuerdos que conduzcan al bien común.

En reunión a puerta cerrada, Nava explicó a los comisionados los pormenores del convenio suscrito con el PRI, e insistió en que quedó sin efecto desde el momento en que la fracción parlamentaria priísta en el Senado no apoyó en sus términos la iniciativa de Ley de Ingresos enviada por el Ejecutivo.

Por su lado, 350 alcaldes y regidores panistas también dieron su respaldo al dirigente, quien, aseguraron, ha ejercido su liderazgo de manera transparente y firme, buscando siempre el posicionamiento del proyecto de nación del PAN.

Con información del corresponsal Claudio Bañuelos