Concepción, 5 de marzo. Nuevas réplicas del sismo del pasado sábado sacudieron hoy la región centro-sur de Chile, lo que provocó escenas de pánico y caos, además de caída de materiales en edificios dañados, el mismo día en que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki moon, visitó el país sudamericano.

Los dos temblores más fuertes, uno de 6.6 y el otro de 6.0 grados en la escala de Richter, ocurrieron con cuatro minutos de diferencia en Concepción, ciudad de 670 mil habitantes que ha sido la más afectada por los movimientos telúricos. En total se produjeron seis réplicas en menos de tres horas la mañana del viernes.

El gobierno, mientras tanto, actualizó la cifra de muertos identificados, que el jueves había fijado en 279, e informó que ahora la cantidad de fallecimientos asciende a 452, a reserva de que ese número vaya aumentando en el transcurso de los días.

Como consecuencia de los errores de coordinación en diversas instancias de seguridad chilenas, la Armada anunció hoy la destitución del titular del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico, el comandante Mariano Rojas, cuyo lugar será ocupado por el capitán de fragata Patricio Carrasco.

Este es el primer movimiento que se realiza luego de que la Marina admitió haber titubeado al emitir la alerta de tsunamis tras el temblor, para después apagarla de improviso, en el momento en que olas hasta de 10 metros iban rumbo a las poblaciones costeras.

Las autoridades anunciaron también la realización de una investigación para determinar las responsabilidades y esclarecer las circunstancias derivadas del proceso de toma de decisiones, asesoría y desempeño técnico de los distintos niveles que accionaron como respuesta a la catástrofe natural que afectó al país.

El ejército tampoco se salvó de las críticas. Muchas voces acusaron a las fuerzas armadas de no haber actuado a tiempo para impedir los saqueos en las zonas afectadas y de no llevar los recursos suficientes, comida y agua, para atender a los damnificados.

Aunque los soldados tardaron en llegar, en horas recientes fueron enviados cerca de 14 mil efectivos a Concepción y sus alrededores para imponer el orden, aunque de todas formas se reportó la detención de 327 personas por disturbios y pillaje.

Mientras tanto, la presidenta saliente Michelle Bachelet se reunió con su sucesor, Sebastián Piñera, para ultimar detalles del cambio de poder, a realizarse el jueves próximo. Ambos acordaron efectuar una ceremonia fluida, que en ningún momento descuide los operativos de reconstrucción.

Bachelet subrayó que “el traspaso de mando debe ser muy austero y sencillo, porque las condiciones del país así lo ameritan. La tarea del momento es atender de la manera más eficaz las necesidades de los compatriotas afectados por el terremoto y el tsunami”.

Al acto asistirán varios mandatarios latinoamericanos, entre ellos Alan García (Perú) y José Mujica (Uruguay), así como el consejero estadunidense de Seguridad Nacional, James L. Jones.

En este escenario, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki moon, llegó hoy al país para reunirse con autoridades chilenas y visitar las zonas más afectadas.

Chile ha sido extraordinariamente generoso en ir en ayuda de Haití cuando lo necesitaba. Ahora es el momento de que Naciones Unidas y la comunidad internacional apoyen a Chile y a su pueblo, comentó el funcionario a su llegada, previo a una reunión con Bachelet.

Como primera acción concreta, Ban anunció que la ONU autorizará el uso de 10 millones de dólares en efectivo de su fondo especial de emergencias para ayudar al país andino en las labores de auxilio.

En el terreno económico, el sismo podría afectar menos de lo esperado a Chile, aunque sus principales industrias registran en este momento un daño considerable.

Según estimaciones del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, esta tremenda tragedia se va a reflejar en la actividad de marzo y meses posteriores, aunque vaticinó que después habrá una recuperación importante gracias a los planes de inversión para reconstruir las zonas más castigadas.

Se calcula que los daños en infraestructura por el terremoto ascienden a unos 30 mil millones de dólares, equivalentes a 15 por ciento del producto interno bruto, pero el gobierno puede solventar la crisis, porque tiene fondos soberanos por 14 mil millones de dólares, detalló Velasco.