El desprendimiento del iceberg de 2 mil 550 metros cuadrados y 400 metros de profundidad en el glaciar de Mertz, en la Antártida, fue un fenómeno natural y no un suceso extraordinario, afirmó Artemio Gallegos García, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El oceanógrafo físico señaló que cada 20 o 30 años esas masas de hielo se desprenden y flotan por los océanos, donde chocan con otro iceberg –como ocurrió en este caso entre el témpano de Mertz y otro, unos 20 años más antiguo– o se fracturan a consecuencia de la presión de las corrientes marinas. El desprendimiento del iceberg del glaciar de Mertz es un suceso natural en la Antártida, sitio que, al igual que el otro casquete polar, cada invierno tiene temperaturas muy bajas que hacen crecer la extensión del hielo no solamente en el continente, sino también en el mar, destacó el investigador.