Doce años después de que fueron construidos, los 74 edificios de la Unidad Habitacional La Concordia Zaragoza, donde habitan mil 420 familias, están fracturados, con inclinaciones que llegan a los 48 centímetros; 16 de ellos, de acuerdo con los informes que Protección Civil entregó a los residentes, están en riesgo de desplomarse, porque fueron edificados sobre una enorme grieta en la delegación Iztapalapa.

Los trabajos para apuntalar las edificaciones que comenzaron el año pasado fueron abandonados por la empresa Pilotes de Control SA de CV. Los apoyos de mil 500 pesos de renta que recibían 63 familias se suspendieron y el peligro potencial del conjunto de interés social es mayor por el movimiento en el subsuelo.

El Gobierno Popular de Iztapalapa, encabezado por Clara Brugada, no ha respondido a la solicitud vecinal de que intervenga. El Infonavit, que otorgó los créditos, delega la responsabilidad en el Instituto de Vivienda (Invi) del Distrito Federal, señalaron los afectados. Sin embargo, continúan descontando el préstamo.

Algunos de los habitantes del conjunto se han resignado a vivir con el riesgo. María Dolores Balderas Rangel, administradora general de la unidad, relató cómo han visto el deterioro de las viviendas: Descuadres, fisuras, hundimientos e inclinaciones y hasta el riesgo de que se desplome nuestro patrimonio.

Recordó que mediante un acuerdo entre el extinto Fideicomiso de Recuperación Crediticia (Fividesu) y el Infonavit se construyó la unidad, pero al desaparecer el primero, se convino que el Invi tomara la responsabilidad, que nunca asumió. Hemos concertado citas con David Cervantes y ahora con Antonio Revah (ex director y actual titular del Invi, respectivamente), pero nadie resuelve, ni siquiera nos quieren recibir.

Algunos departamentos ya han tenido derrumbes y no han sido reparados

El año pasado, señalaron los vecinos, empezaron a trabajar para meter pilotes. Se desalojaron los primero pisos. La gente se fue a rentar porque se arreglarían las afectaciones, pero la empresa dejó los trabajos y no ha dado explicación. Actualmente el área parece zona de desastre y no se puede hacer nada, porque está a resguardo de la delegación.

En un principio sólo eran 16 edificios los afectados, ahora está el J-1, que tiene una inclinación de 28 centímetros y el H con 47. En menor o mayor grado ya todos presentan daños. No hay uno que se salve.

Guadalupe García, otra de las vecinas afectadas, señaló que este año le suspendieron el apoyo de renta que recibía, por ello su situación se ha complicado: no puedo pagar y tampoco regresar a mi vivienda, comentó.

Desde enero, los vecinos de la unidad han documentado los daños ante las autoridades de la delegación Iztapalapa para saber por qué se pararon los trabajos, ya que vidas humanas están en riesgo.

La grieta que está en el subsuelo se extiende a lo largo de 4 mil metros y pasa, además de por la colonia Concordia Zaragoza por Ermita Zaragoza, Santa Martha Acatitla y Peñón.