Jueves 4 de marzo de 2010, p. a15
Madrid. Dos meses y medio después de abrir la puerta a una posible abolición de las corridas de toros en Cataluña, el Parlamento de esa región inició el debate entre detractores y defensores de la llamada fiesta nacional, que culminará con una toma de decisión al respecto. La capital catalana ya se declaró en 2004 ciudad antitaurina. Otras, como Gerona, Figueras y Lloret del Mar hace tiempo demolieron sus plazas.