Hay artistas que encuentran un estilo, les funciona y se quedan en esa dinámica. En contraste, Emilio Payán siempre experimenta y está en la búsqueda de nuevas formas para proponer un concepto: los múltiples rostros de la ciudad.

La muestra Ciudades imaginarias, integrada por 25 obras, de las cuales 23 son acrílico sobre tela y collages, así como dos grabados, que se exhibirá del 4 al 25 de marzo en la Escuela Moderna Americana de la ciudad de México, es la continuación de la serie Ciudades invisibles, que presentó en la galería de Casa Lamm, en 2009.

Emilio Payán tiene el sueño de crear ciudades imaginarias y jugar con el color y los conglomerados urbanos, para dar continuidad a su nueva serie que muestra esta obsesión por la capital.

La quiero y presento en ella situaciones de la vida que a veces no percibimos. Trato de pintar lo que pasa en la urbe y no vemos.

En entrevista, el pintor explicó que desea alcanzar una madurez pictórica y el tema de la ciudad es interminable; me apasiona y la sigo pintando de manera distinta. En esta ocasión el resultado es menos figurativo y meticuloso; más abstracto.

Es interesante el proceso por el cual Payán pasa de la pintura al grabado en su necesidad de expresarse. Además, considera que la vida en la ciudad hay que tratar de observarla, de marcarla y hacerla vivible. Por eso todos los días encuentra algo diferente en la urbe y en sus formas de convivencia.

“Mucho de lo que hago –agregó– son sueños que traspaso textualmente a esas ciudades imaginarias. Son sueños que tengo de una gran urbe, de unas casitas y edificios que trato de llevar a la tela.”

Para Emilio Payán, fundador del taller de grabado Tiempo Extra Editores, las piezas son el resultado del estado de ánimo con que se observa la ciudad, esto hace más obsesivo su trabajo.

Mis ciudades son más abstractas, son como objetos o pequeños recuadros que realizo de ella. Son pequeñas abstracciones de la realidad.

Obsesión por lo urbano

El artista transita del arte figurativo al abstracto para plasmar vivencias, después de observar todo el tiempo y vivir a plenitud porque disfruta de su trabajo, prefiere experimentar y echar a perder para volver a empezar una obra y cumplir su obsesión por la ciudad.

De acuerdo con la crítica de arte Teresa del Conde, Emilio Payán abordó la pintura hace 20 años desde que abrió Tiempo Extra Editores, donde ha trabajado un sinnúmero de artistas consagrados. Desde entonces no ha dejado de pintar, obsesionado siempre con el tema de las ciudades; todos los conjuntos urbanos, abarrotados, propios de las metrópolis.

El pintor adelantó que en 2011, por invitación de Marek Keller –de la Fundación Juan Soriano– exhibirá obra en Varsovia. Voy a pintar mucho para llevar piezas nuevas. Asimismo, planea presentar una exposición de gráfica exclusivamente de, pero todavía no elige el recinto.

Emilio Payán enfatizó que la creatividad es muy importante. Einstein dijo que la creatividad es más importante que el conocimiento. Una persona puede estudiar mucho, pero si no tiene creatividad no sirve de nada. En esta crisis hay que ser creativos. La vida va más allá de la crisis, yo opto por la vida, el trabajo, la pintura y el grabado.

El artista deploró que en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda los jóvenes casi no asisten a clases porque carecen de motivación para desarrollarse profesionalmente. La Esmeralda está desierta, no hay estímulos; los talleres están semiocupados, las prensas solas y no van los alumnos. Hace falta una persona que coordine, motive y dirija.

Ciudades imaginarias se inaugura hoy, a las 19 horas, en la Escuela Moderna Americana (Cerro del Hombre 18, colonia Romero de Terreros). El horario de visita es de lunes a viernes, de 8:30 a 13 horas y de 15 a 17 horas.