Admiten autoridades chilenas que por error
la Armada no advirtió sobre gran oleaje
Fractura profunda de placas atemperó la fuerza del tsunami en costas asiáticas del Pacífico
Lunes 1º de marzo de 2010, p. 23
Mendoza, 28 de febrero. Cuatro nuevos temblores afectaron este domingo América del Sur, particularmente Argentina y Ecuador, luego del fuerte terremoto del sábado en Chile. Uno más ocurrió en la frontera de Afganistán y Pakistán, mientras los tsunamis que se preveían en las costas asiáticas del Pacífico no se produjeron y las alertas fueron retiradas por las autoridades.
En las provincias argentinas de Salta y Mendoza hubo cuatro movimientos telúricos de entre 3.3 y 4.9 grados en la escala de Richter, al tiempo que en Ecuador un temblor de 5.1 grados se dejó sentir en varias ciudades, sin que se reportaran daños humanos o materiales.
El sábado, un sismo de 6.1 grados en Salta, norte de Argentina, sacudió la región y causó la muerte a un anciano y un niño de ocho años.
Un temblor de 6.2 grados, que solamente provocó escenas de pánico, se registró en la región montañosa entre Afganistán y Pakistán.
Mientras tanto, en Chile siguieron registrándose decenas de réplicas del terremoto del sábado. Según reportes, fueron más de 100. En la ciudad de Talca hubo un movimiento telúrico de 6.2 grados que provocó la caída de edificios dañados y agudizó el caos en la región.
En ese escenario, el gobierno del país andino admitió que por error de la Armada no se advirtió de un posible maremoto en la zona costera cercana al epicentro, lo cual, a la postre, dejó cinco muertos y 14 desaparecidos.
Fue tal la fuerza de las olas, que en algunas comunidades hay algas marinas colgadas de postes y arena cubriendo casas, como en el pequeño pueblo de Penco, a 10 kilómetros de Concepción, unas de las ciudades más afectadas por el terremoto.
Sin embargo, no todo fueron malas noticias. En el Pacífico sur no se produjeron las olas gigantes que se pronosticaban y la alerta de tsunamis fue levantada en toda la región.
Aunque el Centro de Advertencias de Tsunamis dijo que la posibilidad de olas destructoras es prácticamente nula, afirmó que en las zonas costeras el mar permanecerá inestable y con fuertes corrientes por varias horas.
La escasa potencia de las olas pudo haberse debido, según el especialista Roger Musson, del Centro de Monitoreo Geológico de Gran Bretaña, a que la fractura de las placas se produjo en una zona muy profunda, lo cual atemperó la fuerza del movimiento telúrico en el agua.
En Hawai, por ejemplo, se esperaban olas hasta de 2.4 metros, y los residentes de decenas de poblaciones costeras fueron evacuados, pero la altura del agua no excedió en ningún momento 1.5 metros. En comparación, el fenómeno de 2004 provocó olas hasta de 15 metros.
Dos de los países que mantuvieron la alerta el domingo, Rusia y Japón, tampoco vieron cumplirse los pronósticos negativos.
En la costa norte de Japón, el domingo se produjo un tsunami de sólo 90 centímetros de altura, precedido por otros de 10, 30 y 50 centímetros.
Uno de 80 centímetros tuvo lugar en la costa este de Rusia, pero no se reportaron daños materiales y la alerta se suspendió en la península de Kamchatka y las islas Sajalín, donde ya habían sido evacuadas algunas personas.
Una situación similar ocurrió en otros países del Pacífico. En Nueva Zelanda, las primeras olas del tsunami comenzaron a llegar a las islas Chatham con una altura hasta de metro y medio, y se esperaba que en las próximas horas aumentaran, aunque el nivel de alerta se mantuvo normal.