En los primeros dos meses de 2010 el sector de las telecomunicaciones en México comenzó un proceso de transformación que empieza a definir a los que podrían ser los principales jugadores del mercado, producto de alianzas, modificaciones regulatorias y necesidades de competencia. Especialistas ya auguran nuevas alianzas y hasta han empezado a hablar de la necesidad de que el gobierno federal otorgue a Teléfonos de México (Telmex) el cambio de título de concesión para que pueda entrar al mercado del triple play.

El cambio en el mapa de las telecomunicaciones en México está enmarcado por dos de los anuncios más esperados por la industria: la licitación de espectro en las frecuencias de 1.7 y 1.9 gigahercios (Ghz) dedicadas a telecomunicaciones móviles, banda ancha y servicios de tercera generación (3G); así como de la licitación de un par de hilos de la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Así, en menos de dos meses la industria conoció el anuncio de alianza entre Televisa y Nextel; apenas hace unos días el de Echostar –socia de Multivisión (MVS) en Dish México– con Satmex, y aunque sólo fue una estrategia financiera y administrativa la concentración de Telmex y Telmex Internacional por parte de América Móvil, generó expectación entre los participantes en el sector.

Para el director de la consultoría The Intelligence Competitive Unit (The-CIU), Ernesto Piedras, la licitación de frecuencias de 1.7 y 1.9 Ghz es una muestra de cómo se decanta el concurso para que al final queden como participantes sólo las empresas con capacidad y técnica y financiera suficiente para entrar al mercado, ya que de 60 firmas que compraron las bases de licitación, sólo entregaron los documentos que avalan dicha solvencia a la Comisión Federal de Telecomunicaciones no más de 20, que se concentran en siete grupos empresariales.

Piedras aseguró que en ningún país existen 20 grandes empresas de telecomunicaciones en competencia. Hay mercados en los que no hay más de cuatro operadores de buen peso, más los pequeños. Un mercado con competencia y competitivo es aquel en el que las tarifas tienden a bajar de manera fuerte, y México sigue siendo relativamente caro. Competencia en un mercado equivale a tener suficiente inversión en tecnología e infraestructura.

Destacó que existe el riesgo de que si Televisa y Nextel ganaran la licitación de espectro y pudieran ser de las primeras en vender cuádruple play se perfilará un nuevo monopolio; sin embargo, precisó, sería un caso extremo que todavía puede regularse.

El especialista previó que el resultado de esta licitación está perfilado a fortalecer empresas que ya están dentro del mercado y a nuevos jugadores. Destacó que en breve se observarán más cambios, como la posible alianza entre Telefónica Movistar con AT&T, Maxcom o Axtel, ya que sus redes están disponibles.

Incluso, dijo, podría verse que Telmex entre al mercado del triple play, porque de no concedérselo sería negarle el beneficio de la convergencia tecnológica, pero bajo reglas de competencia bien definidas, porque a 20 años de que se inició la supuesta competencia en el mercado de las telecomunicaciones estamos más cerca del monopolio que de un mercado verdaderamente competitivo.

Así, dijo Piedras, de conseguir que se adjudique el espectro este año, las inversiones en el sector podrían superar 50 mil millones de pesos.

El también académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México previó que el peor escenario que se puede presentar en la licitación de frecuencias de 1.7 y 1.9 sería que no se pudiera adjudicar debido a los recursos de amparo interpuestos por algunas empresas en contra de las bases de licitación.

Consideró que las necesidades de México en tecnología, banda ancha e infraestructura de telecomunicaciones obliga a que este concurso sea para las empresas que tienen los recursos suficientes para cumplir esos propósitos. Destacó además que el negocio seguirá en manos de las empresas que ya están establecidas, debido a que para las extranjeras ese alto nivel de concentración le quita atractivo al concurso, pero también, advirtió, porque el mercado mexicano no va a crecer más en número de clientes, pero sí en requerimiento de servicios.

Por lo pronto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dio a conocer que renovó tres concesiones a Grupo Iusacell; tres a grupo Telcel; tres más a Grupo Telefónica e igual número para Grupo Nextel, todas en la banda de 800 megahercios, información indispensable para que la Comisión Federal de Competencia (CFC) determine la cantidad de espectro a la que podrá aspirar cada empresa en la licitación de frecuencias de 1.7 y 1.9.

Al conceder estas prórrogas el gobierno mexicano recibirá 43 millones 839 mil 903 pesos por el total de contraprestaciones que las empresas deberán pagar para seguir operando.