En las elecciones de 2012, el PAN en el Distrito Federal recurrirá a empresarios como Lorenzo Servitje para no sólo conservar el gobierno de las delegaciones Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuajimalpa, sino también obtener ocho demarcaciones y la jefatura de Gobierno, afirmó el dirigente del PAN-DF, Obdulio Ávila Mayo.

Para 2012, en primer, lugar vamos a mantener las tres delegaciones que gobernamos; en segundo, acordaremos una estrategia para ver cuáles son las ocho delegaciones que se pueden ganar, y en tercer lugar buscaremos no sólo el apoyo de los empresarios, sino de los movimientos vecinales, señaló en entrevista con La Jornada.

Para alcanzar esos objetivos propuso a su partido una estrategia basada en cuatro ejes rectores: presencia y visibilidad del PAN en la ciudad de México, fortalecimiento organizacional del partido, supervisión del gasto público, y promoción y defensa de las delegaciones gobernadas por ese instituto político.

Aun cuando no ha hablado con Servitje, en los próximos días lo voy a buscar. Es un orgullo para el PAN que un hombre que convirtió a una empresa panificadora pequeña en la primera del mundo milite en Acción Nacional: creo que se requieren en México empresas con responsabilidad social y con esa visión de convertir algo pequeño en un campeón mundial.

No obstante, dijo que si bien se requieren más Lorenzos, el PAN irá por muchos más ciudadanos, y en cuanto a la relación que tendrá ese instituto político con el clero señaló que Acción Nacional no es el partido de la Iglesia; defiende la fe religiosa, por lo que en ese instituto político caben católicos, evangélicos, judíos, mormones y todas las demás religiones.

Agregó que el blanquiazul fue el primer instituto político que “dijo que practicar una fe religiosa era un derecho fundamental cuando el priato quería mandar a la intimidad de una recámara la práctica religiosa. Eso es un valor de Acción Nacional y confinarnos a una sola denominación religiosa es querer empequeñecer el amplio campo de trabajo del PAN”.

A pesar de ello, dijo que el PAN no pide una teocracia, lo que pedimos es que el laicismo no sea el encubrimiento de un sentimiento antirreligioso.

Respecto a la política interna, Ávila Mayo aseguró que no pertenece a ninguna de las familias históricas del blanquiazul, por lo que se define, como en su tiempo lo hizo Carlos Castillo Peraza, como un panista silvestre.

Sobre la influencia de su antecesora en el cargo, Mariana Gómez del Campo, sobrina política de Felipe Calderón, dijo que en el partido está claro que el líder de la bancada del PAN en la Asamblea Legislativa del DF es quien dirige al partido.

No creo que haya rivalidad; creo que hay ámbitos de competencia muy claros y es la coordinadora y le toca la cuestión de la política legislativa local y a mí me toca la dirección del partido y, según nuestros reglamentos y estatutos, el jefe natural de las bancadas de Acción Nacional locales tiene la dirección del partido. A mí no me preocupan ni protagonismos ni ninguna otra cosa, no tengo ningún complejo; nuestras miras están cifradas en una agenda ciudadana, en una agenda urbana, una agenda del fortalecimiento de la familia, y de nuestros valores. Ahí se va a concentrar el PAN en los próximos tres años, puntualizó.