Emma Argüello Jurado, de 80 años de edad, quien era la beneficiaria de cinco seguros de vida por 32 millones de pesos a nombre de Rubén Romero Escalante, de 20 años, fue detenida por la procuraduría capitalina como cómplice de su hija y su nieta, señaladas como responsables de dar muerte al joven para cobrar la mencionada cantidad.

El fiscal de Homicidios, José Alfredo Díaz, dijo que Argüello Jurado intentó cobrar los seguros en diversas sucursales bancarias, pero al ser presentada ante los medios de comunicación, ella se defendió: los seguros inventan miles de cosas para no pagar.

El 21 de agosto de 2009 el cadáver de Romero fue encontrado en calles de la colonia Ciudad Jardín, delegación Coyoacán. Los peritajes mostraron que la víctima presentaba traumatismo craneoencefálico, alteraciones viscerales y laceraciones por diversos golpes.

Dos días después, Leslie Madellín Arellanes Arredón, de 20 años de edad, se presentó ante la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios para reconocer el cadáver de Romero Escalante. Dijo que conocía al fallecido desde hacía cinco años, que era su mejor amigo y como sabía que era una persona sola y no tenía familia solicitó que se le entregara el cadáver para sepultarlo.

Sin embargo, el Ministerio Público comprobó que la víctima sí tenia familia. Además, que contaba con cinco seguros de vida, contratados en diferentes bancos, que sumaban 32 millones de pesos, y descubrió que la única beneficiaria era la abuela de Leslie Madellín: Emma Argüello Jurado.

Al momento de su muerte, Rubén Romero tenía entre sus ropas una barra de chocolate con una nota que decía Gabriel, que ésta sea nuestra reconciliación para siempre, besos, te amo. De acuerdo con pruebas grafológicas, la nota fue escrita por Roxana Lizbeth Arredón Argüello, de 46 años, madre de la joven Leslie.

Argüello Jurado dijo que la víctima la quería como a su propia madre y no negó ser la beneficiaria de los seguros que fueron contratados a principios de marzo hasta el 5 de agosto de 2009, es decir, 16 días antes de la muerte del joven.

El dinero nunca me ha poseído a mí ni a mi familia. Nosotros siempre tuvimos dinero, nosotros hemos poseído al dinero, y con él hemos hecho todas las cosas buenas que hemos podido, hemos recogido personas, huérfanos, gente que necesita y hasta perros, afirmó la anciana.

Mientras que madre e hija se encuentran recluidas en el penal de Santa Martha Acatitla acusadas de homicidio calificado, la abuela podría obtener el beneficio de cumplir su condena bajo arresto domiciliario debido a su edad. No obstante, el fiscal de Homicidios dijo que como el delito que se le imputa es grave, esperan que no le sea otorgada esa gracia.