Argel, 25 de febrero. El director general de Seguridad Nacional de Argelia, Ali Tounsi, fue asesinado este jueves a balazos por un colaborador mientras dirigía una reunión en su oficina en Argel, informó el Ministerio del Interior.

La muerte ocurrió durante una sesión de trabajo, en el curso de la cual un oficial de la policía, llevado aparentemente por un momento de locura, disparó su arma e hirió de muerte al coronel, precisó el ministerio, que indicó que ya se inició una investigación judicial para determinar las circunstancias de este terrible evento.

Tras atacar al jefe de policía, el agresor efectuó varios disparos contra otros agentes pertenecientes a la escolta personal de Tounsi, algunos de los cuales resultaron heridos, y a continuación se disparó a sí mismo y ahora se encuentra grave en un hospital.

Una fuente de seguridad señaló que Tounsi recibió disparos dentro de su oficina por un alto oficial de policía con quien discutía. Este tipo era un infeliz, tomó su pistola y le disparó, comentó. De acuerdo con su versión, oficiales de la policía que estaban cerca dispararon de vuelta.

En su comunicado, en que presentó sus condolencias a la familia del coronel y al conjunto del cuerpo de Seguridad Nacional, el Ministerio del Interior resaltó el patriotismo de Tounsi, al que describió como un compañero de armas y cuadro directivo valeroso que consagró su vida al servicio de la nación y a la lucha antiterrorista en los últimos 15 años, y a la modernización de la seguridad nacional.

Tounsi era desde hace décadas uno de los hombres clave del poder en Argelia y una de las pocas figuras que quedaban en activo del grupo de militares que se considera dirigieron en la sombra durante años los destinos del país.

La fuerza policial que encabezó desde 1995 había jugado un importante rol en los esfuerzos para derrotar a una prolongada insurgencia de militantes islámicos.

Como jefe de los Servicios de Seguridad, movilizó la contratación de decenas de miles de nuevos policías para luchar contra el terrorismo tras los graves atentados que sufrió el país a finales de 2007 y mediados de 2008.

Sin embargo, en 2003, unos 50 funcionarios policiales enviaron una carta al presidente Abdelaziz Buteflika en la que acusaron a Tounsi y sus aliados más cercanos de corrupción. Después de lo anterior, el año pasado se vio obligado a negar los rumores de que planeaba dimitir del cargo.