La Habana, 24 de febrero. La Casa de las Américas acaba de poner en circulación Los días terrenales, la novela que conmocionó a la izquierda mexicana hace seis décadas por su crítica al estalinismo y que es la primera obra de José Revueltas (1914-1976) que se publica en Cuba.

Estamos llegando tarde a un autor que nos fue cercano en muchos sentidos, y cuya publicación oportuna entre nosotros (cuarenta años atrás, por decir algo) habría ayudado a entender, y a disipar, las brumas de épocas turbulentas, escribió en el prólogo Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la institución, en alusión al dogmatismo oficial cubano de los años 70 del siglo pasado.

A principios de la década pasada la Casa iba a publicar otra novela de Revueltas, El luto humano, pero la crisis de la época paralizó el proyecto, dijo Fornet a La Jornada. La idea vino a fructificar ahora con uno de los títulos más polémicos del autor.

El propio Fornet presentó el volumen, en la recién concluida Feria Internacional del Libro en La Habana. Su prólogo es una sólida investigación del entorno político y cultural de la izquierda mexicana de finales de los años 40 del siglo pasado y acerca al lector tanto al pasaje estremecedor que envolvió la aparición de la novela como al pensamiento revueltiano.

Revueltas militó en el Partido Comunista Mexicano (PCM) y la Liga Leninista Espartaco, entre otras agrupaciones de izquierda, y su obra literaria estuvo estrechamente vinculada con su activismo. Vivió en La Habana en 1961, trabajando en el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficos y siete años más tarde fue jurado del Premio Casa de las Américas, pero en 1971 se distanció del gobierno de la isla a raíz del encarcelamiento del poeta Heberto Padilla.

Reacción desmesurada

Los días terrenales apareció en 1949 y fue duramente criticada por Enrique Ramírez y Ramírez, periodista y ex militante del PCM. En medio de una conmoción en la izquierda por la novela y la réplica, Revueltas retiró su libro de circulación y dejó de escribir durante siete años.

Ni Revueltas fue inocente al abordar los conflictos que el libro pone sobre el tapete, ni pasó por alto la posible reacción de los camaradas, escribió Fornet. Fue la desmesura de esa misma reacción la que terminó por aplastarlo,

Años más tarde, el escritor mexicano reivindicó sus posiciones originales, hizo una nueva y severa denuncia del estalinismo en otra novela, Los errores (1964), y llevó sus conclusiones al debate político en su Ensayo sobre un proletariado sin cabeza (1962).

Contundente y perturbador, Revueltas deja siempre un extraño sabor en la boca y, con frecuencia, al lector incómodo consigo mismo, apuntó Fornet.