Madrid, 23 de febrero. El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, reconoció que la crisis que agobia al mundo es la más grave de nuestras vidas, con lo que estamos ante un desafío muy delicado, puesto que en estos momentos hay una recuperación muy modesta para combatir el desempleo. Sobre México, el ex secretario de Hacienda reconoció que acabó mal 2009 (con la peor contracción de la economía en 76 años, un desplome del PIB de 6.5 por ciento y la destrucción de 180 mil puestos de trabajo), pero se empiezan a percibir signos de recuperación basados, sobre todo, en el rápido resurgir de la economía de Estados Unidos.

Durante su participación en el foro del periódico económico español Cinco días, Gurría centró gran parte de su intervención en analizar la situación de la economía española y en destacar las consecuencias que ya se perciben de la crisis en las principales economías del planeta, que forman parte del selecto grupo de la OCDE, incluido México.

El ex secretario de Hacienda durante el gobierno de Ernesto Zedillo funge desde 2006 como secretario general de la OCDE. En esta ocasión insistió en que la debacle financiera y económica mundial fue algo sin precedentes, que significó un punto de inflexión.

A pesar de que reconoció que había signos evidentes y alentadores de recuperación en las principales economías del planeta, sobre todo en Estados Unidos, advirtió sobre un hecho alarmante: La recuperación todavía es muy modesta para combatir el desempleo; únicamente por la crisis se prevé que a finales de 2010 haya 50 millones más de personas sin empleo.

Esta situación extrema, en la que los países de la OCDE son incapaces de crear los puestos de trabajo que requieren sus sociedades, supondrá en algunos casos hablar de una generación perdida de jóvenes. Un riesgo latente en países como España, donde uno de cada dos jóvenes no tiene trabajo formal.

El desempleo estructural en los países de la OCDE va a ser más alto que antes, dijo Gurría. Esto significa que ni a corto ni a mediano plazos se recuperarán las tasas de ocupación anteriores a la crisis, con lo que a países como México, que sólo el año pasado perdió 180 mil puestos de trabajo formales, se les hará muy difícil recuperar los empleos perdidos.

Advirtió además sobre otro riesgo latente: la actual recuperación de las principales economías del mundo ha sido inducida a billetazos, pero todavía no estamos en una recuperación sostenida, que si llega será, a su juicio, en 2011, cuando habrá un mejor entorno internacional.

En cuanto a México, Gurría insistió en que para afrontar lo que llamó la postcrisis, en la que habrá una economía mundial más débil y menos inversiones, se deberán aprobar las reformas estructurales pendientes, sobre todo la fiscal, para lo que se situó en 2012, cuando espera que el PRI revalide su mayoría absoluta.

Destacó que en el caso de México creo que lo peor de la crisis ha quedado atrás y ahora tendrá el beneficio de la más rápida y sólida recuperación de Estados Unidos respecto a países europeos u otros. Por eso estamos viendo ya que los números de México se vuelven más dinámicos, se van dinamizando los flujos del turismo. Y, como quiera que sea, como el tipo de cambio se fue de 10 a 13 pesos por dólar, pues esto es un ajuste considerable de la competencia, señaló el funcionario.