Dubai, 20 de febrero. Los presuntos miembros del Mossad (agencia de espionaje israelí) que mataron a Mahmoud Mabhouh, uno de los fundadores del movimiento de resistencia Hamas, no sólo fueron captados por cámaras de seguridad en un hotel de Dubai sino que además pagaron con tarjetas de crédito sus boletos de avión y sus llamadas fueron grabadas por la policía de los Emiratos Árabes Unidos.

La policía de Dubai confirmó que los sospechosos compraron boletos de avión en otros países con tarjetas de crédito que tenían los mismos nombres de los pasaportes (robados o duplicados pues no eran falsos), informó el jefe de la corporación, Dahi Khalfan, al periódico local Al Bayan.

Los investigadores de Dubai –uno de los siete miembros de los Emiratos Árabes Unidos– han logrado armar un cuadro más preciso, a partir de las evidencias halladas en imágenes de video y documentos legales y de pago.

Al principio, a finales de enero, la corporación dio a conocer que los asesinos formaban parte de una banda criminal profesional y disponían de documentación europea, pero esta semana Khalfan dijo que los responsables son 10 hombres y una mujer, agentes del Mossad, que utilizaron seis pasaportes británicos, tres irlandeses, uno francés y otro alemán.

El jefe policial precisó en la entrevista con Al Bayan que los homicidas utilizaron los pasaportes en más de un país, y explicó que las llamadas telefónicas y las compras con tarjetas de crédito incriminan a los servicios secretos israelíes y confirman su implicación en el asesinato.

La fiscalía de la ciudad alemana de Colonia informó a la revista alemana Der Spiegel que uno de los hombres vinculados con el crimen, de nombre Michael Bodenheimer, obtuvo el derecho al pasaporte alemán –expedido el 18 de junio de 2009– porque dijo ser residente en esa localidad del oeste de Alemania, además de haber presentado un acta de matrimonio de sus padres, supuestamente perseguidos en el periodo nazi.

Según Reuters, los seis ciudadanos británicos cuyas identidades fueron utilizadas por los presuntos homicidas viven en Israel, donde se protegen de ser arrestados por agentes de la Interpol, que el jueves emitió órdenes de captura a 188 países miembros de la organización internacional.