Berlín, 15 de febrero. Revolución, compilación de cortometrajes realizados por 10 cineastas, se estrenó en el cine Internacional con localidades agotadas desde la víspera, debido, en parte, a la difusión que tuvo incluso en la televisión alemana.

La cinta se presentó en la sección Berlinale Special Gala del 60 Festival de Cine de Berlín; mostró 10 voces, entre ellas dos femeninas, con lenguaje cinematográfico propio y cada uno distinto, que reflexionan en torno a la Revolución Mexicana, ocurrida hace 100 años, y su legado.

El trabajo de Rodrigo Plá, 30-30 –cuyo fotograma, una despampanante soldadera 2010, luce en numerosos carteles de la Berlinale–, cuestiona las celebraciones con motivo del centenario, ya que le parecen sobredimensionadas: Tenemos 2 mil 300 festejos oficiales con un gasto enorme de dinero. Se exacerba el nacionalismo sin reflexionar ni profundizar sobre los motivos que lo provocaron, dice.

Amat Escalante mostró El cura Nicolás colgado. Siempre me inspiro en imágenes que me vienen a la mente, como ésta, de un cura colgado en un árbol después de un encuentro violento. Hay un caballo quemándose y un niño abajo también quemado; luego me imaginé a dos niños llegando y ayudándolo, cuenta el realizador.

¿Qué diablos nos pasa?

Por su parte, Gerardo Naranjo cuestiona en R-100 las causas de la violencia y por qué sigue sin haber justicia 100 años después de la Revolución. ¿Qué diablos nos pasa? No es que haya mexicanos buenos o malos, sino hombres desesperados. Me gustaría pensar que uno de mis protagonistas quiere salvar a su amigo y por eso comete actos atroces, pero para la víctima son unos monstruos, afirma.

Lindo y querido, de Patricia Riggen, cineasta que vive en Los Ángeles, refleja de manera conmovedora y sarcástica en el trágico destino de millones de mexicanos que tienen que emigrar a Estados Unidos para ganarse la vida, y que, a pesar de pasar allá toda su vida, anhelan con ser enterrados en su tierra.

El corto de Fernando Eimbcke, La bienvenida, rodada en San Felipe Otlatepec, Puebla, refleja la musicalidad del pueblo mexicano con imágenes de gran plasticidad. El cineasta afirma que se inspiró en el documental Poetas campesinos, de Nicolás Echeverría, que se rodó en dicha localidad, en el cual una banda se reúne para amenizar los actos oficiales y las fiestas.

A su vez, Mariana Chenillo presentó La tienda de raya, que explora la vieja práctica de los grandes hacendados que pagaban a sus empleados con vales que tenían que cambiar en sus propias tiendas, situación aún vigente hoy día.

La cineasta se inspiró en un caso que ocurrió en el estado de Tamaulipas, donde un empleado ganó una demanda contra una importante cadena de supermercados por recibir parte de su sueldo en vales.

Diego Luna participa con Pacífico, cuyo escenario son espectaculares playas, donde su protagonista se refugia de un conflicto de pareja para –supuestamente– arreglar la propiedad de un terreno. Su realidad se contrasta con la de una mujer que lo atiende en la playa, cuyos hijos han emigrado a Estados Unidos. El contraste entre los que vivimos una realidad cómoda frente a tantos que viven en la miseria es algo que me cuestiono constantemente, afirmó.

7th and Alvarado, de Rodrigo García, hace cruzar en cámara lenta pasado y presente del país, con campesinos a caballo que alternan con peatones que caminan en una concurrida esquina de Los Ángeles. El realizador quiere provocar en el espectador una reflexión sobre la migración y las causas que provocaron un levantamiento armado hace 100 años.

El actor Gael García Bernal volvió a la dirección de cine con el corto Lucio, el cual aborda la irreverencia infantil ante símbolos patrios y religiosos. Siempre hay un instante de choque cuando faltas el respeto a un símbolo, es como perder la inocencia, afirma el actor de Amores perros.

La comparecencia de los cineastas ante periodistas fue una sensación. ¿Eres patriota?, preguntaron a García Guzmán. Si México juega en la Copa Mundial, sí lo soy; si me duele que la gente sufra en mi país más que en otro, también. Es como preguntar si creo en Dios o no, respondió.

Carlos Reygadas, cuyo corto, Éste es mi reino, muestra una fiesta en Tepoztlán en la que reina el caos y culmina con un auto en llamas, cuestiona un país en donde no hay una comunidad de objetivos, donde hay diferencias cosmogónicas abismales entre sus habitantes. Una periodista española que dijo no haber visto la cinta bromeó con el realizador al pedirle en la conferencia de prensa, que era transmitida en directo a varias pantallas gigantes alrededor de la Potsdamer Platz, que si tenía una fiesta, por favor la invitara. ¿Cuántos boletos quieres?, respondió halagado el cineasta.