Suficiente para convertir la materia en la especie de sopa que dio lugar al universo, explican
Martes 16 de febrero de 2010, p. 3
Washington, 15 de febrero. Un grupo de científicos logró en un laboratorio la temperatura más alta de la historia: 4 mil millones de grados centígrados, nivel suficientemente caliente para convertir la materia en la especie de sopa que existió microsegundos después del nacimiento del universo.
Los científicos utilizaron un acelerador de átomos gigante del Laboratorio Nacional Brookhaven del Departamento de Energía estadunidense, ubicado en Nueva York, para hacer chocar iones de oro entre sí, con la finalidad de producir las explosiones ultracalientes, que tuvieron una duración de milisegundos.
Sin embargo, el resultado es suficiente para dar a los físicos material de estudio por años, con lo que esperan entender cómo y por qué se formó el universo.
Esa temperatura es suficiente para fundir protones y neutrones
, dijo Steven Vigdor de Brookhaven durante una conferencia de prensa en una reunión de la Sociedad de Física de Estados Unidos, en Washington.
Estas partículas crean átomos, pero están hechas de componentes más pequeños llamados quarks y gluones.
Lo que los físicos buscan son pequeñas irregularidades que puedan explicar por qué la materia se salió de la caliente sopa primigenia.
También esperan utilizar sus hallazgos para aplicaciones más prácticas, como en el campo de la spintrónica, que busca hacer aparatos computacionales más pequeños, rápidos y poderosos.
Los científicos utilizaron el Acelerador Relativista de Iones Pesados para colisionar los iones de oro miles de millones de veces.
El acelerador fue diseñado para crear materia a temperaturas halladas por primera vez en el universo temprano
, dijo Vigdor. El equipo de científicos calcula que la temperatura de 4 mil millones de grados está muy cercana a su objetivo.
Vigdor explicó que en comparación, la temperatura estimada para el derretimiento de protones y neutrones es de 2 mil millones de grados
.
El centro del sol tiene 50 millones de grados centígrados, el acero se derrite a mil 800 grados y la temperatura promedio del universo está en 0.7 grados centígrados sobre el cero absoluto (-273 grados centígrados).
El equipo busca recrear el momento justo antes de que la sopa de quarks y gluones se condensara en hadrones, partículas que componen gran parte del universo.