Esperan tener el primer prototipo dentro de un año
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 40
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabaja en el desarrollo de un biochip capaz de diagnosticar en forma eficiente, económica y rápida los casos de tuberculosis, enfermedad infecciosa que provoca la muerte diaria de 5 mil personas a escala mundial.
El dispositivo, que se desarrolla en el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA), ubicado en Querétaro, tiene el objetivo de detectar en 15 minutos y en etapas tempranas esta infección, una de las seis que causan más decesos en el planeta.
Los investigadores Víctor Manuel Castaño Meneses, Luz María López Marín y Concepción Arenas Arrocena, del campus de Juriquilla, trabajan en dos líneas de investigación paralelas para tener listo el primer diseño a finales de este año, y el primer prototipo en 2011.
El proyecto tiene dos ramas: por un lado está la bioquímica, a cargo de las doctoras, y por otro, el desarrollo de un Mems, un sistema microelectromecánico, bajo la responsabilidad de Castaño Meneses.
En la parte bioquímica del proyecto, López Marín y Arenas Arrocena ensayan un modelo diagnóstico que utilizará una muestra de sangre del paciente y detectará, mediante polímeros conductores, ciertos anticuerpos que se expresan cuando hay tuberculosis.
Aunque el desarrollo tecnológico está en su etapa inicial, en diciembre de 2009 Castaño y su grupo lograron obtener la licencia y el software por parte de los Laboratorios Nacionales Sandía, del gobierno de Estados Unidos, y los más importantes en Sistemas microelectromecánicos (Mems).
Ya lograron fabricar los primeros sistemas Mems, y este año probarán el mecanismo bioquímico dentro de ellos.
Los planes a futuro incluyen la posibilidad de tener, en cinco años, un robot que permita a los expertos del CFATA la manufactura del dispositivo en sus propias instalaciones.
Más adelante, pasaremos de Mems a Nems, es decir, a dispositivos que, en vez de microelectromecánicos, sean a escala nano. Entonces, el lípido, proteína o sustancia puede ir encapsulada o anclada a una nanopartícula, que es mil veces más pequeña que lo que tenemos ahora
, adelantó Castaño.