El jefe de las fuerzas de ocupación lamenta
decesos de inocentes; no da más explicaciones
Caen misiles en una casa, a 300 metros del supuesto objetivo: un local utilizado por talibanes
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 29
Marjah, 14 de febrero. Doce civiles murieron por el impacto de cohetes disparados por militares estadunidenses en el segundo día de la mayor ofensiva de las tropas extranjeras de ocupación de Afganistán, desde la invasión de noviembre de 2001, cuyo objetivo central es recuperar el control de esta localidad de la provincia de Helmand, en el sur del país, que desde hace tres años fue tomada por la resistencia afgana.
Los dos misiles, que cayeron a unos 300 metros de su supuesto objetivo, fueron lanzados desde un sistema de artillería móvil montado sobre un camión y denominado HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System), informó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en un comunicado, en el que indicó que realizará una investigación sobre lo sucedido.
En nombre de las fuerzas extranjeras de ocupación, el general estadunidense Stanley McChrystal afirmó que es lamentable que en el curso de nuestros esfuerzos se pierdan vidas inocentes
, pero no dio mayores explicaciones sobre el error señalado en el comunicado ni precisó si habrá indemnizaciones para los deudos.
Los proyectiles cayeron en una casa donde se resguardaban 10 miembros de una familia y dos personas más, cuando la intención de los militares de la Fuerza Internacional de Seguridad de Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés) de la OTAN era destruir un local utilizado por combatientes del talibán.
Anunciada con mucha anticipación y publicidad, la ofensiva de las tropas extranjeras comenzó el sábado por la madrugada con el despliegue de 15 mil soldados de la OTAN –la mayoría estadunidenses y británicos– y dos mil 500 afganos que desembarcaron en 60 helicópteros y vehículos blindados terrestres.
El avance hacia Marjah fue encabezado por marines, pero los voceros estadunidenses destacaron que en esta operación militar se busca que la participación de soldados afganos sea mayor que en acciones pasadas, toda vez que la OTAN pretende entregar escalonadamente el control del territorio afgano al ejército nacional.
Esta operación es la primera que la OTAN desarrolla después de recibir el apoyo de 30 mil hombres solicitados por el presidente Barack Obama para acelerar la guerra contra el talibán, la fuerza política que gobernó Afganistán desde la salida de las tropas rusas en 1996 y hasta la invasión de noviembre de 2001, cuando el entonces mandatario estadunidense, George W. Bush, acusó al gobierno afgano de patrocinar actividades terroristas contra Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Antes del traslado de refuerzos estadunidenses, entre noviembre y enero pasados, la OTAN disponía en este país centroasiático de 68 mil uniformados, incluidos británicos, alemanes, franceses, italianos y españoles.
Éste es un momento importante porque es la primera vez que reagrupamos todos los aspectos de la nueva estrategia
para Afganistán desde que asumió Obama, explicó el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, quien acaba de terminar una visita al país ocupado, en vísperas de la ofensiva, y quien aseguró desde Washington que la movilización avanza bien
.
Los voceros militares de la OTAN dijeron que en esta primera fase de la operación Moshtarak (Juntos, en lengua dari) se logró la meta básica de controlar caminos y puentes de acceso a Marjah, donde la inteligencia militar estadunidense supone que hay fábricas donde se producen las bombas que han causado decenas de muertes en las filas castrenses de Washington y Londres.
Marjah es una localidad de unos 100 mil habitantes que antes de la invasión de 2001 se dedicaban principalmente a la producción agrícola en la cuenca del río Helmand, así como a la elaboración de opio.
De acuerdo con la versión estadunidense, en la operación en Marjah el primer día de actividades las fuerzas del talibán no opusieron resistencia y en el segundo día hubo dos lapsos de hostigamiento. Primero contra helicópteros que descendían en la zona para cumplir con alguna misión y después contra marines que custodiaban un campamento de tropas afganas, cuando comenzaban los honores a la bandera en las primeras horas del domingo.
El hostigamiento a los marines que resguardaban el campamento afgano fue la causa de que las fuerzas de ocupación respondieran con el sistema de artillería móvil HIMARS, que lanzó proyectiles a una distancia aproximada de 300 metros.
Aunque algunas versiones de fuentes de la OTAN indicaron que hubo una batalla feroz, el talibán difundió información de que sus combatientes mantuvieron sus posiciones sin entrar en duras contiendas. Otra información recogida por The Independent indicó que la mayoría de los combatientes del talibán simplemente desalojaron Marjah mientras se anunciaba profusamente el inicio de la operación, que comenzó en una noche sin luz de luna, en este valle rodeado de montañas desérticas.
El comandante de los marines, el general Larry Nicholson, dijo que en un plazo de aproximadamente 30 días podrían tener el control total de la ciudad, pero esto no necesariamente significa que habrá batallas intensas. El fuego que recibimos refleja lo que yo pienso cómo será esto: momentos de lucha esporádica con pequeños grupos o individuos
.