Esfuerzo coordinado con la organización Sin Fronteras
Plantea acudir al país caribeño en un futuro cercano para dar servicio
Domingo 14 de febrero de 2010, p. 34
Especialistas de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con la organización Sin Fronteras, brindan atención sicológica a haitianos radicados en México cuyos familiares fueron víctimas del terremoto que azotó su país.
Jorge Álvarez Martínez, jefe del Programa de Intervención en Crisis a Víctimas de Desastres Naturales y Sociorganizativos de la facultad, señaló que tras un evento traumático, los casos que requieren ayuda sicológica especializada por presentar un trastorno severo de personalidad pueden ser hasta de 14 por ciento.
Hasta ahora se ha atendido a 30 haitianos de un censo de 400 en el país. Además, los universitarios exploran la posibilidad de, en el mediano plazo, viajar a la isla para atender a la población, aunque se necesitan recursos.
La ayuda se ofrece en la Casa Amigo del Refugiado. Se trabaja de manera grupal e individual según se requiera, expuso Álvarez Martínez. Muchas de las personas atendidas han confirmado que sus familiares están bien; sin embargo, otros señalan que los suyos desaparecieron o murieron; ellos seguramente van a requerir atención sicológica
.
El especialista dijo que se continuará brindando ayuda por uno o dos meses más.
Roxana Pastor Fasquel, corresponsable del programa, indicó que se debe comprender la reacción de los damnificados. La manera como actuamos entonces no es la misma que cuando estamos sanos física y emocionalmente, tenemos un techo garantizado y no tenemos miedo de que volverá a temblar. En ocasiones se pretende que los damnificados se comporten como nosotros, que estamos muy seguros en nuestra casa. Por ejemplo, ha habido críticas porque la gente en Haití no se mueve, está paralizada, o comete actos de pillaje. Hay que ponernos en su lugar, agregó.
El programa inició sus actividades formales en 1997, tras el huracán Paulina, que azotó el estado de Guerrero, aunque a raíz de los sismos de 1985 en México los especialistas comenzaron a hacer acopio de instrumentos de medición y técnicas de intervención sicológica.
En un primer momento surgió con el objetivo de dar ayuda sicológica a víctimas de desastres naturales, atención que se dejaba al último en situaciones caóticas, como un terremoto o una inundación, como los que han ocurrido recientemente. Sin embargo, con el tiempo comenzaron a surgir peticiones relacionadas con los desastres sociorganizativos o toda cuestión donde la sociedad queda superada por un evento traumático.
Las técnicas utilizadas son las de desahogo sicológico
. Se aplican a personas con síntomas como falta o exceso de sueño, o con manos o pies muy fríos, estrés excesivo manifestado en hombros, cuello, piernas o quijada.