Río de Janeiro, 13 de febrero. El arte de Frida Kahlo y Miguel de Cervantes, la moda, la religión y la moderna tecnología son algunos de los temas del monumental desfile de las escuelas de samba que se realizará mañana y el lunes en Río de Janeiro, en el punto culminante del Carnaval brasileño.

Con sus gigantescas y lujosas carrozas alegóricas, disfraces multicolores y bellas mujeres semidesnudas bailando al ritmo frenético de la samba, los 12 clubes que compiten por el título de campeón del Carnaval de Río tendrán 80 minutos cada uno para convencer al jurado y al público que agotó desde hace varias semanas todas las entradas para el encuentro.

Bautizado por los brasileños de el más grande espectáculo de la Tierra, el desfile es un acontecimiento monumental.

Sobre la pista del Sambódromo, pasarán entre el domingo y el lunes unos 40 mil sambistas, en su mayoría habitantes de las miserables favelas cariocas que, por una noche, se visten como reyes y princesas.

El costo de algunos atuendos llega a ser equivalente al de un automóvil nuevo, según aseguró un integrante del gremio Portela, el peluquero Carlos Reis, quien renunció a cambiar su vehículo para comprar la vestimenta ornada con piedras semipreciosas y cristales Swarowski con la que se presentará en la carroza principal del grupo, el lunes.

El lujo de los atuendos y de las carrozas alegóricas es el principal atractivo para los visitantes extranjeros, que este año estarán comandados por la difícilmente clasificable Paris Hilton y por la diva de la canción pop Madonna, invitada de honor del gobernador de Río, Sergio Cabral.

Sin embargo, para el jurado y para el público también es importante la forma como cada gremio desarrolla el tema elegido. La lista de este año es ecléctica: va de la historia de México a la obra maestra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha.

La historia del caballero que luchó contra los molinos de viento inspiró a la carnavalesca Rosa Magalhaes, directora de la presentación del grupo Uniao da Ilha, que abrirá el desfile la noche del domingo.

Aun cuando no conozca la obra, el público oyó hablar de las aventuras más famosas de Don Quijote, saben que era un caballero y que atacó a un ejército, pero no saben por qué lo hizo. Lo que queremos es revelar sus razones. Nuestro principal objetivo es decirle a la gente que no debe desistir de sus sueños, dijo Magalhaes.

El club Imperatriz Leopoldinense promete a su vez representar sobre los 750 metros de la pista del Sambódromo una historia sobre la tolerancia que existe entre las diversas religiones hay en el país, en su desfile titulado Brasil de todos los dioses.

Una bella integrante de la escuela de samba Vai Vai durante su participación en el Carnaval de RíoFoto Reuters

Enfocaremos la fe, que es algo universal y no debería generar discusiones. Cada uno puede creer en algo diferente, pero la fe es siempre la misma, dijo el carnavalesco Max Lopes.

Una gran expectativa genera además la presentación de Unidos do Viradouro, dedicado a la historia y a la cultura de México, y llevará al Sambódromo representaciones de obras de Frida Kahlo y Diego Rivera, de las civilizaciones precolombinas y de iconos como Emiliano Zapata y la patrona del país, la Virgen de Guadalupe.

A diferencia de otros clubes, Unidos de Viradouro presentará como su reina a una niña de sólo siete años de edad, Julia Lira, hija del presidente del club.

Su participación fue autorizada por la justicia de Río, después de una gran polémica sobre la participación de una niña en un puesto usualmente ocupado por mujeres sensuales y con pequeños atuendos.

El primer día del espectáculo se clausurará con la presentación del actual campeón, Académicos do Salgueiro, que eligió como tema a la literatura: Queremos presentar el libro como la extensión del pensamiento y de la imaginación humanas que crea fantasías, dijo el carnavalesco Renato Lage.

Un dilema incómodo

En los anteriores carnavales de Río, Thiago Rodrigues aliviaba la presión –acumulada por la gran cantidad de cerveza que tomó– escabulléndose hacia un callejón para orinar sin temor a que lo sorprendan, pero ya no.

No me viste hacer eso, ¿ok?, dijo el vendedor de 22 años y que tenía una gran peluca afro cubriéndole la cabeza, tras orinar en la vía pública el sábado.

Cada año, la mayor fiesta del mundo que se celebra en Río de Janeiro, al lado del mar, trae consigo el hedor provocado por los miles de bebedores de cerveza que se alivian en la muralla o alcantarilla más cercanas. En las fiestas más grandes, la falta crónica de baños públicos en la ciudad, las copiosas cantidades de bebida y los excesos en general del Carnaval conspiran para crear ríos de orina que pueden impresionar a los no acostumbrados.

Los funcionarios de la ciudad se han puesto como meta ponerle punto final a la situación, que dicen es la principal queja de los visitantes.

Preocupados de limpiar Río de Janeiro antes de la Copa Mundial de futbol de 2014 y de las Olimpiadas de 2016, las autoridades de la ciudad están aplicando multas e incluso penas de cárcel, hasta de dos años, a quienes orinen en público.

La gente que sea arrestada orinando será llevada a las estaciones de policía y acusada de obscenidad, dijo el secretario municipal de orden público, Rodrigo Bethlem.