El Coro del Taller Enrique Jasso, del CNM, brindó una gala operística en honor de la pianista
Su papel en la docencia en México fue inmensa: fundó la Escuela Libre de Música del Ivec y el Festival Pedagógico Musical; además, fue autora de numerosos libros didácticos
Domingo 14 de febrero de 2010, p. 2
La recién fallecida pianista, oboista y reconocida pedagoga musical Consuelo Rodríguez Prampolini, recibió un homenaje póstumo la noche del viernes en la Escuela Nacional de Música (ENM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución de la que es referente obligado y a la cual amó con todo su corazón.
El homenaje consistió en una gala operística a cargo del Coro del Taller de ópera Enrique Jasso, del Conservatorio Nacional de Música (CNM), con Ernesto Aboites al piano. El homenaje fue promovido precisamente por el cantante y profesor Enrique Jasso, máxima autoridad del canto lírico en México, quien sostuvo una estrecha y larga relación amistosa con la homenajeada.
“Cuando las personas dejan huella –señaló Jasso– no las podemos olvidar.”
Hijas de madre italiana y padre mexicano, Consuelo y su hermana Ida heredaron de la madre el amor por la cultura
.
Franca y malhablada, como buena veracruzana, Rodríguez Prampolini fue profesora de muchos y muy brillantes alumnos, que ahora son destacados músicos.
Fue una mujer muy especial
que supo encontrar en Mariano Soto, su esposo, al compañero ideal.
Consuelo Rodríguez Prampolini se inició en la música a los ocho años, cuando empezó a tomar clases de piano con su madre, Ida Prampolini; asistió a la Academia de Isabel Díaz de Licona y posteriormente ingresó a la ENM de la UNAM, donde cursó la carrera de maestra en piano. Asimismo, estudió la carrera de oboísta, y tuvo como maestro a Sally Van den Berg.
Fue becada por la UNAM y por el gobierno de Veracruz para estudiar en Viena, donde se perfeccionó como ejecutante de piano y oboe. Durante dos años fue segundo oboe de la Orquesta Burgtheater de aquella ciudad.
A su regreso a México, fundó la Sociedad Coral Universitaria, la Escuela Libre de Música del Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec), donde se otorgaba el título de Técnico en Educación Artística.
Su labor en la enseñanza musical en México fue inmensa. Fundó y dirigió el Festival Pedagógico Musical. Apenas el 22 de noviembre pasado –día de Santa Cecilia, patrona de los músicos– el gobierno veracruzano le ofreció un homenaje por su fecunda labor docente.
Cuando las personas dejan huella no las podemos olvidar, expresó Enrique Jasso, en la ceremoniaFoto José Antonio López
Fue autora de numerosos libros para la enseñanza musical, entre los que se encuentran Trece canciones didácticas para niños, Ejercicios de lectura para teclado, La enseñanza del piano a nivel inicial, Antología de la técnica pianística y El pequeño pianista.
Impartió la cátedras de piano e iniciación musical infantil en la Escuela Nacional de Música, donde fue secretaria académica y después directora (1980-1984). Como directora de la ENM abrió la Cátedra Extraordinaria Manuel M. Ponce, a la cual asistieron prominentes profesores extranjeros, como Edith Picht Axenfeld y Roland Mackamul. Asimismo promovió la construcción de aulas para las clases de percusiones e instrumentos de aliento metal, así como el Taller de Construcción de Instrumentos y la Fonoteca. Además, logró la aprobación de los planes y programas de estudio de las Carreras de Educación Musical y de Etnomusicología a nivel técnico y de licenciatura.
El programa de formación docente se inició con los Festivales Pedagógicos Musicales que se realizaron durante cinco años en colaboración con la Dirección General de Educación Popular. Este programa capacitó a profesores de música que laboran en los niveles de prescolar y primaria, así como de los profesores de Casas de Cultura y otras instituciones afines en el estado de Veracruz.
En 1987 fue nombrada jefa del departamento de Música del Ivec, puesto desde donde inició el programa de formación docente en tres aspectos: enseñanza musical infantil, enseñanza formal e investigaciones musicales populares.
Además, realizó el programa de Educación Musical al público en general mediante conciertos didácticos de las temporadas Miércoles de música en el Ivec.
En 1990 organizó los Encuentros de Coros, que culminaron en la integración de todos las agrupaciones vocales del estado, formando una masa coral que actuó durante la conmemoración del Encuentro de Dos Mundos.