Berlín, 12 de febrero. Más de 2 mil personas hicieron frente al frío y a la nieve esta noche en Berlín y acudieron a la emblemática Puerta de Brandeburgo para seguir la retransmisión en directo de la mítica película muda Metrópolis, del austriaco Fritz Lang, reconstruida tras los hallazgos de varios rollos en el Museo del Cine de Buenos Aires.

El Festival Internacional de Cine de Berlín, muestra concebida desde sus inicios para los ciudadanos, quiso celebrar de ese modo su edición 60, acercando a la gente, más de 80 años después de su estreno, a la cuarta y probablemente última reconstrucción de la gigantesca producción cinematográfica de Lang, primera película en ser incluida en el registro Memoria del Mundo, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Doble premier mundial

Rodada entre 1925 y 1926 y presentada al público el 10 de enero de 1927 en Berlín, la nueva Metrópolis tuvo hoy una doble premier mundial: en la Ópera de Francfort, que recibió a cerca de 2 mil personas, y en el Friedrichstadtpalast de Berlín, (igual cantidad de público), desde donde se retransmitió en directo a una enorme pantalla en la Puerta de Brandeburgo.

Con gruesa ropa de abrigo y termos con bebidas calientes, alemanes y visitantes aguantaron estoicamente el frío durante la transmisión de la legendaria cinta, que incluye cambios de montaje respecto de la versión anterior, la de 2001.

La película, acompañada por una nueva edición de la música original de Gottfried Huppertz, a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, y bajo la batuta de Frank Strobel, es uno de los mejores exponentes del cine mudo y expresionista alemán.

En total dura cerca de 147 minutos, 25 más que la versión de 2001, debido al material inédito descubierto en julio de 2008 en Argentina, en negativo y en 16 milímetros.

La copia hallada en Buenos Aires estaba muy dañada y durante año y medio tuvo que ser reconstruida cuadro por cuadro, explicaron hoy los responsables en rueda de prensa.

Los daños sufridos por el material fílmico fueron reparados con técnicas digitales y luego montados en la secuencia correcta con la ayuda de las notas musicales preservadas.

Pero al menos, el costoso resultado salta a la vista: los nuevos fragmentos se unen a los ya existentes sin que se aprecie la diferencia, salvo la falta de nitidez en determinadas escenas o la ligera cortinilla de la imagen.

Además, sólo faltan unos cinco minutos de la versión original que probablemente, ya no se hallarán nunca. Pero los milagros existen y sería maravilloso encontrar lo que falta, manifestó sin demasiada esperanza Eberhard Junkersdorf, de la Fundación Friedrich Wilhelm Murnau, de la ciudad alemana de Wiesbaden, encargada de la restauración junto a la Cinemateca alemana de Berlín y el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, de Buenos Aires.

Obra épica hasta los años 70

Pocos meses después de su estreno, en 1927, los grandes estudios alemanes UFA y los estadunidenses Paramount recortaron en 25 por ciento el filme, ya que tras el estreno, la obra de Lang se convirtió en un fracaso. Metrópolis no logró la fama mundial como obra maestra épica hasta los años 70 del siglo pasado.

Tras la reconstrucción, la historia se entiende mejor, la cinta se puede ver en su forma original y se evitan los malentendidos... ya no es sólo una obra de ciencia ficción o un Frankenstein, sino algo mucho más complejo, agregó Martin Koerber, de la Cinemateca alemana.

A partir de hoy el mundo puede ver casi completa esta obra maestra de fuerte carga simbólica, sobre todo comunista, nacionalsocialista y cristiana, gracias a la existencia de las partituras musicales originales. No puede olvidarse que la música era el único documento de 1927 totalmente completo, enfatizó Strobel.

La segunda jornada de la Berlinale fue una de las más importantes del festival. A la presentación de Metrópolis se sumaron otros dos platos fuertes: la esperada presentación de The Ghost Writer, de Roman Polanski, y la inauguración del Bulevar de la Fama, que inaugura el homenaje a la diva Marlene Dietrich.