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Es una relación de amor y odio, explica Albornoz, también vicepresidente del Congreso

Con Chávez tenemos diferencias, pero no dudas: secretario general del PPT

Admite que inflación y crisis eléctrica afectarán las posibilidades electorales del chavismo

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José Albornoz, vicepresidente del Congreso venezolano y secretario general del Partido Patria para Todos, aliado del presidente Hugo ChávezFoto Asamblea Nacional de Venezuela
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Periódico La Jornada
Jueves 11 de febrero de 2010, p. 23

Caracas, 10 de febrero. “Me he calado (aguantado) muchos cacerolazos por ser chavista, pero no puedo tolerar que me caceroleen porque unos banqueros se robaron unos reales”, dice José Albornoz, vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN, Congreso) de Venezuela. Responde Albornoz a la pregunta de cuán profunda es la corrupción en el chavismo y qué tanto le afectará en los comicios de septiembre próximo.

En muchas temporadas, Albornoz, como muchos otros políticos chavistas, no puede pararse en restaurantes de ciertas partes de la ciudad porque, en unos minutos, llegaban grupos de la oposición a golpear cacerolas. “Nos calamos un cacerolazo por Chávez, no por los banqueros corruptos”, insiste el diputado.

Y cuando dice banqueros se refiere a uno en particular: Arné Chacón, cuyo hermano Jesse, una de las figuras más importantes del régimen, tuvo que renunciar a su puesto de ministro en diciembre pasado. Pocas horas antes, Arné había sido apresado por quedarse con los ahorros de los clientes del Banco Real, del que era directivo.

No me explico cómo Arné Chacón, de ser un pata en el suelo, como nosotros, pasó a ser presidente de un banco, dijo el presidente Hugo Chávez, en su programa Aló, presidente inmediatamente posterior a la detención del hermano incómodo.

A personajes como Arné, aficionado y dueño de caballos de carreras, se refiere la calle cuando habla de la boliburguesía, es decir, de políticos o personajes vinculados al chavismo que han hecho fortunas en los 11 años que lleva Chávez en el poder, o menos.

Albornoz no habla de los boliburgueses. Prefiere decir que para él, con su cargo, sería muy sencillo conversar con un gobernador y andar tras de contratos a cambio del diez por ciento. En cambio, dice, tiene un negocio de gallinas ponedoras que producen 2 mil 500 unidades al día. Quienes me siguen a mí saben que no soy alguien que anda en busca de contratos, dice Albornoz, quien de ese modo admite uno de los pecados que el chavismo carga frente a su próxima prueba electoral.

A un padre no se le responde

No es el único tema en el cual los militantes del Partido Patria para Todos (PPT), del que Albornoz es secretario general, tienen diferencias con algunos círculos del chavismo.

En 2007, cuando Chávez llamó a la formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el PPT se negó a integrarse a la nueva agrupación, lo mismo que el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el partido Por la Democracia Social (Podemos). Chávez entró en una confrontación con las tres fuerzas (que en la elección de 2006 había aportado 14 por ciento de los votos del chavismo), que culminó en ruptura con Podemos y en alianzas con las otras dos fuerzas que guardaron prudente silencio frente a los ataques del presidente (que incluyó la amenaza de hacerlos desaparecer del mapa político).

“No voy a polemizar con el presidente, él es el jefe del proceso… a un padre no se le responde”, dijo por entonces el diputado Albornoz, comparando al chavismo con una familia donde los asuntos espinosos sólo pueden ser discutidos con la mamá.

Para presionar al PPT, Chávez dijo que de no sumarse al PSUV los ministros afiliados al partido que se identifica con el color azul debían abandonar el gobierno. Y los ministros… dejaron el PPT. De ese modo, en el gobierno siguen Alí Rodríguez Araque, actual ministro de Energía Eléctrica; María Cristina Iglesias, ministra del Trabajo; Rodolfo Sanz, en Industrias Básicas; y Aristóbulo Isturiz, como vicepresidente del PSUV.

El PPT se mantuvo, con todo, en la órbita de influencia del chavismo, aunque Albornoz admite que tenemos una relación que a veces es de amor y otras odio. Son frecuentes las quejas de militantes del PPT que se dicen atacados sin razón por gobernadores y alcaldes del PSUV, y la posibilidad de alianzas electorales, que en estos momentos se debate, siempre se topa con los intereses de liderazgos regionales que se niegan a ceder espacios a los aliados.

Tenemos diferencias, pero no tenemos dudas, dice Albornoz, para resumir la difícil posición de su partido. El presidente Chávez sabe que tenemos diferencias, pero también que no tenemos dudas de que el camino para construir una sociedad diferente es el que se ha trazado, afirma Albornoz, quien ocupa por tercer año consecutivo la segunda vicepresidencia de la Asamblea Nacional, pese a que su partido sólo tiene cinco diputados.

–¿No se arrepienten de no haberse sumado al PSUV?

–No lo hicimos porque tenemos una visión diferente del modelo socialista. Nosotros planteamos un socialismo ético y productivo, en el que es necesaria la diversidad política. La experiencia internacional de partidos únicos no ha sido buena.

–¿Temían diluirse en el PSUV?

–No, la gente que se fue no se diluyó. Se fue gente con talento y mucha experiencia.

–Todos los que eran ministros por el PPT se fueron.

–Sí, y ahí siguen. De manera pragmática y oportunista quizá hubiera sido mejor. Podríamos haber tenido una fuerza interna en el PSUV. Pero eso no era lo importante para nosotros, porque nuestra lucha de tantos años ha sido por un modelo que se diferenciara del socialismo real.

Una ley a la medida de la oposición

El congreso venezolano estará en juego en los comicios de septiembre. Actualmente, la aplastante mayoría es del PSUV (aparte sólo están los del PPT y del PCV, también chavistas, y ocho legisladores de oposición, de un total de 167). A pesar de la casi unanimidad, la AN es bien evaluada por los ciudadanos (una aprobación en el rango de 46 por ciento, según la encuestadora Datanálisis), pese a que sus integrantes son el hazmerreír cotidiano de los medios de oposición.

Las diferencias sin dudas del PPT le han valido para cuestionar algunos proyectos de Chávez. Por ejemplo, en 2008 se opusieron a una propuesta de reforma constitucional que abría la puerta a la relección indefinida sólo del presidente de la República. Ellos plantearon que se ampliara a gobernadores y alcaldes. Cuando se acercaba el referéndum (febrero de 2009), Chávez aceptó la propuesta. Fuimos muy atacados por el PSUV, pero al final el tiempo nos dio la razón y se ganó la enmienda. Creo que nuestra propuesta contribuyó mucho para ese triunfo.

Albornoz admite que la inflación y la crisis eléctrica van a afectar las posibilidades electorales del chavismo. Él añade un ingrediente; la ley electoral aprobada por el mismo chavismo, que establece la elección de 70 por ciento de los diputados por circuitos electorales (más o menos equivalentes a distritos) y deja sólo 30 por ciento a las listas de los partidos.

Según Albornoz, quienes diseñaron la ley lo hicieron sobre los resultados electorales de 2005, es decir, sin considerar los comicios regionales de 2008, cuando la oposición obtuvo importantes victorias. Su postura en este punto es curiosa, porque también la oposición tiene montones de críticas a la ley electoral.

El caso es que con esas reglas se jugará un importante número de diputados en entidades actualmente gobernadas por opositores, que son además las de mayor peso electoral: Zulia, Miranda, Caracas, Carabobo y Táchira.

El que gana se queda con 70 por ciento de los diputados, y si sobrepasas el 70 por ciento te quedas con todos, dice Albornoz. Sólo los tres primeros estados tienen un peso de 42 diputados (110 son los requeridos para la mayoría absoluta).

El vicepresidente de la AN sostiene que el diseño de la ley puede propiciar que la oposición tenga un número mayor del merecido según su fuerza real.

La unidad perfecta y los ni-ni

–¿Y cuál es la fuerza real de la oposición?

–La oposición parte ganando porque no tiene nada. Pero tiene problemas graves porque no logra ponerse de acuerdo en sus candidaturas. Van a tratar de construir lo que llaman unidad perfecta, pero alguna liebre les va a saltar.

–¿Y cuál es la fuerza de ustedes?

–Ha aumentado en un porcentaje importante los ni-ni, gente que se va a decidir por el quehacer diario del gobierno, que maneja mucho los criterio de la eficacia y de la unidad. Están sobre todo en los sectores medios. Por eso es importante que en la selección de candidatos se garanticen unidad y calidad.

–¿Si los elige el dedo de Chávez van a una derrota segura?

–No, porque el liderazgo de Chávez es muy fuerte. Se generarían algunos problemas, pero nada importante. La cosa es que no puedes poner de candidato a cualquier compañero, aunque tenga aceptación entre la base, por ejemplo contra un funcionario del gobierno de probada capacidad. Probablemente tenga menos votos entre las bases, pero sin duda mayor calidad.

–¿Pero Chávez no suele privilegiar la lealtad antes que todo?

–Creo que Chávez también la considera. Él es un hombre inteligente. Claro, eso tiene sus costos en lo interno. Pero hay necesidad de renovar, porque nosotros hemos sido una AN prácticamente sola, y eso implica un desgaste. No todos podemos repetir, no todos podemos ser candidatos.

En la crisis eléctrica, no tiene responsabilidad directa

–¿Cuál va a ser el peso de la crisis eléctrica en las elecciones?

–Se dejaron de hacer cosas que debieron hacerse, aunque los recursos siempre estuvieron. Si de alguna cosa no tiene responsabilidad directa el presidente Chávez, es la crisis eléctrica, porque él aprobó todos los recursos. Pero no hubo en la ejecución el mismo dinamismo que en la aprobación de los recursos, aunque es fuerte reconocerlo. Hubo presidentes de Cadafe (Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico) que no hicieron nada durante sus gestiones.

–¿Tienen tiempo para solucionar el problema de aquí a las elecciones?

–Si no los manejas bien, los desgastes se pueden hacer irreversibles. Los ingresos están, los estudios existen, un elemento ajeno a nosotros es el fenómeno climático de El Niño, pero hubo algo que no hicieron.

Albornoz pone el ejemplo de Guárico, estado que representa, donde Chávez dio los recursos para la construcción de 500 pozos que paliaran la insuficiencia de una laguna de la que dependen los agricultores de la zona. Sólo se han hecho 20; hay gente que no es eficaz, dice.

–La oposición política pinta una situación gravísima en materia eléctrica.

–No va haber una catástrofe, la oposición no va a poder jugar con eso. El reto nuestro es que no sea así, que podamos resolver el problema, y que la gente sienta que los estamos resolviendo a corto y mediano plazos.

–¿Por qué no se han podido ganar a esos jóvenes que andan en las calles contra el chavismo?

–Eso tiene que ver con el partido único, ese diseño no permitía incluir a un sector que no necesariamente era contrarrevolucionario. No se le ofrecía espacio. La diversidad en el campo político era fundamental, porque la sociedad venezolana ama la diversidad. No se entendió que debíamos transitar el camino gramsciano del consenso, que la hegemonía había que conseguirla a través del consenso. Eso tiene que ver con lo que ha ocurrido con la juventud venezolana. Y si me toca calificar alguno, ése es un error.