Puebla, Pue., 10 de febrero. Una vez más el técnico del Puebla, José Luis Sánchez Solá, estalló para denunciar el abandono en que deben trabajar él, su cuerpo técnico y el plantel, a quienes además se les adeuda el sueldo de enero.

¿Esto es un equipo de primera división?, preguntó indignado Chelís al concluir la práctica de este miércoles, cuando sorpresivamente abrió las puertas a los medios de comunicación para que recorrieran con él las instalaciones del estadio Cuauhtémoc.

El entrenador mostró el mal estado de los vestuarios, recubierto con alfombras viejas y podridas, con sanitarios sin mantenimiento y regaderas a punto de caer. También hizo notar el descuido en que se encuentran algunas partes del inmueble y la zona de calderas, lo cual, explicó, ponen en riesgo la seguridad de todos los que allí laboran.

Olvídense del marcador, si nos empataron, si no tuvimos llegadas, olvídense de eso; ¿esto es un equipo de primera división?, inquirió Sánchez Solá, quien explicó que las condiciones de trabajo influyen directamente en el juego del cuadro de la franja, que en el torneo Bicentenario suma dos derrotas, una victoria y un empate.

Ya dejémonos de mentiras: este es el Puebla. Aquí no hay nada, hijo, estamos totalmente solos, no tenemos un ancla. Y tú, en la vida y no sólo en el futbol, si no tienes de dónde agarrarte es muy difícil, es muy desgastante.

Se mostró enojado y desanimado porque debido a los constantes problemas legales entre los accionistas del club, tampoco tienen a quién dirigir los reclamos por las condiciones poco dignas de trabajo.

Si yo supiera que hay una persona a la cual convencer, es mi chamba, pero, ¿a quién se lo hago llegar? ¿Quién que no te diga el otro me dijo que te dijo porque...ta rara rara? Esto es de semana tras semana, comentó el estratega.

Lamentó haber perdido la oportunidad de ir a la Copa Sudamericana, a la cual habían clasificado pero no pudieron asistir por disposición de la Federación Mexicana de Futbol debido a problemas con la Conmebol.

Era nuestra única ilusión, por eso nos matamos para conseguirlo y ya no lo tenemos. Es lo que nos iba a dar fuerza porque, ¿qué otra cosa? ¿descenso? ¿puntos? ¿liguillas? Ya entramos a una y nadie se acordó de nosotros. ¿Premios? ¿sueldos? ¿incentivos? ¿contratos? ¿formación? ¿procesos? ¿de dónde te agarras, si lo que te acabo de decir no hay?, comentó.

–¿Por qué seguir así? –se le preguntó.

–Lo platicamos una hora con los jugadores, creo que peor es no tenerlo.