Bogotá, 6 de febrero. Con el lema la salud no es un favor, es un derecho, miles de personas se manifestaron hoy aquí y en otras ciudades colombianas contra las medidas decretadas por el presidente Álvaro Uribe para tratar de evitar el colapso del sistema de salud, que incluye aumentos en impuestos al consumo de cerveza, licores, tabaco y juegos de azar, y obligan a los usuarios de más altos ingresos a pagar tratamientos de alto costo.

En las protestas participaron médicos, enfermeros y otros trabajadores de la salud, así como amas de casa, estudiantes, sindicalistas y pacientes, señaló en Bogotá la dirigente estudiantil Ginna Rojas, integrante del colectivo que convocó a la protesta en Facebook.

Los manifestantes rechazaron los decretos impulsados por Uribe para tratar de salvar el sistema de salud, amenazado por la crisis económica y, según el gobierno, por el mal servicio de algunas entidades públicas y privadas. Los decretos deben ser examinados aún por la Corte Constitucional.

Uribe defendió su iniciativa al afirmar que el gobierno necesita garantizar fuentes de recursos para los servicios de salud, sin imponer el impuesto al valor agregado a los alimentos básicos, la educación y los servicios públicos.

Recordó que al inicio de su mandato en 2002, Colombia tenía 23 millones de personas en los servicios públicos de salud, contra 41 millones a la fecha, de un total de 44 millones de habitantes.

La reforma busca que un país que está llegando a la plena cobertura pueda tener una crisis que frustre todo lo logrado, sostuvo.

En Bogotá, los manifestantes señalaron a los medios que los decretos vulneran derechos esenciales y refuerzan la privatización de un servicio básico.

Es una medida abusiva que va en contra de los pacientes y usuarios del sistema de salud y a favor de las pocas entidades privadas que se han lucrado con un servicio básico convertido en negocio por obra y gracia del modelo económico imperante en Colombia, dijo Juan Ortiz, estudiante de leyes y miembro del colectivo que organizó la protesta.

El presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología, Jaime Calderón, señaló que las medidas del gobierno van claramente en contra de los pacientes y los usuarios de la salud.

Los manifestantes también pidieron la destitución del ministro de Protección Social, Diego Palacio, a cargo de los asuntos de salud y trabajo, al que acusan de ser el directo responsable de las medidas de emergencia.

Palacio informó que la reforma servirá para pagar a las empresas prestadoras de salud unos 251 millones de dólares y afirmó que los organizadores de la protesta desinforman sobre los propósitos de la iniciativa presidencial.

Hay críticos que saben que las medidas tomadas permitirán que el sistema tenga más dineo para gastar en los pacientes, puntualizó.

Enfermos con males terminales que participaron en la marcha de Bogotá exhibieron pancartas con la leyenda El gobierno de Uribe nos está acabando de matar. Otras protestas se realizaron en Tolima, Cartagena y Pereira.