Domingo 7 de febrero de 2010, p. 28
Es indispensable que el gobierno federal haga respetar la libertad de culto para evitar las expulsiones de creyentes no católicos en localidades que se rigen por usos y costumbres, que son sucesos vergonzosos e inadmisibles para un país democrático
, dijo Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), tras el retorno de cinco familias expulsadas de la comunidad Los Llanos, en el municipio chiapaneco de San Cristóbal de las Casas, que se logró tras un acuerdo donde ambos grupos de creyentes ofrecieron zanjar sus diferencias religiosas, agrarias y políticas.