Valle de Chalco, Méx., 6 de febrero. Debido a que no ha sido controlada la salida de aguas negras del río La Compañía, un tramo del cual resultó colapsado la madrugada del viernes, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) decidió desalojar los líquidos provisionalmente al drenaje profundo recién construido y que entraría en operación la próxima temporada de lluvias.

El nivel de las aguas desbordadas continuaba incrementándose en la zona afectada donde, oficialmente, hay 2 mil viviendas inundadas y 12 mil damnificados. Parroquias de las colonias Avándaro, San Isidro y El Triunfo se convirtieron en hogar para vecinos cuyas viviendas son de una planta.

José Luis Luege Tamargo, titular de la Conagua, argumentó que la fractura en La Compañía es más grave que la ocurrida en el río Los Remedios, en Ecatepec y Nezahualcóyotl, distantes a 25 kilómetros al noroeste de Valle de Chalco, donde la fuga se controló en 15 horas mientras aquí el problema continúa.

Reforzar el bordo llevará 15 días

Recordó que el agua se llevó por completo el muro de un espesor de 20 metros, más de cinco metros de altura y un largo de 70, y aunque se mostró optimista porque creemos que hoy podríamos frenar el flujo y rencauzar el río, señaló que el reforzamiento del bordo llevará cuando menos 15 días.

Luege Tamargo anunció dos acciones que este mismo día se pusieron en marcha: la primera, el uso provisional del drenaje profundo emisor del río La Compañía, cuya construcción, a más de 20 metros de profundidad, concluyó luego de tres años pero aún le falta la instalación del equipo especial de bombeo.

El inicio de operaciones estaba programado para la próxima temporada de lluvias. La buena noticia es que lo vamos a estar utilizando provisionalmente con equipo de bombeo que la Conagua consiguió, dijo.

La segunda acción, informó en el lugar, es cerrar al mínimo los cárcamos de bombeo de los municipios cercanos como Chalco, Ixtapaluca y La Paz para reducir al máximo la corriente del caudal.

La Conagua indicó que el fenómeno atípico de las lluvias en el Valle de México superó el récord de precipitaciones de este mes y coincidió con los trabajos de mantenimiento que se estaban haciendo en el emisor central.

Durante un recorrido, La Jornada constató que el agua sigue saliendo por la fisura luego de que a la 1:30 horas del viernes se abrió el enorme boquete en la margen izquierda de este caudal que atraviesa toda la zona oriente del estado de México.

Vecinos de las colonias Avándaro y San Isidro, donde el nivel del agua alcanzó hasta dos metros, utilizan las parroquias como dormitorios, comedor y consultorio médico.

Luisa Rodríguez Beltrán va y viene con comida, agua y utensilios para su esposo, quien se quedó en la azotea para cuidar su casa.

Cuando ocurrió la fractura del canal el agua les llegó al pecho y apenas salvaron la vida porque trepamos por el tinaco de la azotea de los vecinos, recuerda la mujer.

Ella deambula por la calle en busca de ayuda y exige que saquen el agua de su vivienda pero hasta este fin de semana nadie le había hecho caso.

Lo único que encontró fue comida en la parroquia San Miguel de Arcángel del sanitario para ducharse y hacer sus necesidades lo obtiene del apoyo de vecinos que no sufrieron la inundación.

La autopista México-Puebla sigue anegada desde el kilómetro 26 al 29 y la afectación mayor se ubica en el kilómetro 28 donde aún permanecen alrededor de 20 autos compactos y vehículos pesados bajo el agua.

En ese punto, elementos del Ejército Mexicano aún realizaban ayer trabajos para colocar costales rellenos de piedras y arena para controlar la salida de las aguas negras en el tramo que se colapsó de ese caudal.