Se reúne en Canadá; analiza reforma al sistema financiero
Domingo 7 de febrero de 2010, p. 21
Iqaluit, Canadá, 6 de febrero. Los ministros de Finanzas del grupo de los siete países más ricos del mundo (G-7) prometieron que mantendrán sus paquetes de estímulo para apuntalar la recuperación económica global, a pesar de las crecientes preocupaciones sobre el aumento del déficit público y se comprometieron a resolver sus dificultades sin ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los ministros debatieron además la apremiante situación fiscal en la que se encuentran Grecia, España y Portugal, que están bajo creciente presión, ante los temores de que no puedan hacer frente al pago de deuda y que en la última semana afectaron los mercados bursátiles a nivel mundial.
Hablamos sobre Grecia, Portugal y España y le dijimos a nuestros socios que tenemos que resolver el problema nosotros mismos sin la ayuda del FMI
, declaró el jefe del grupo europeo Jean-Claude Juncker en el segundo día de la cumbre realizada en esta localidad del Ártico canadiense.
La Unión Europea ha impuesto fuertes medidas sobre Grecia, como un programa de austeridad y ahorro, y supervisará atentamente que Grecia actúe de acuerdo a ellas
, dijo por su parte el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
Al encuentro de dos días acudieron los ministros de Finanzas del G-7, integrado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Japón, así como por los titulares del FMI, Dominique Strauss-Kahn; el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, y representantes de la Comisión Europea.
En la reunión también se tomaron en consideración diversas alternativas para recuperar los miles de millones de dólares brindados por las arcas estatales a las empresas que se vieron en apuros los últimos dos años en el marco de la crisis financiera.
A este respecto, los ministros se mostraron de acuerdo en que los bancos deben saldar sus deudas por las sumas recibidas, pero no lograron unidad en cuanto a qué método aplicar para alcanzar el objetivo.
Uno de los principales puntos de la agenda fue la reforma del sistema financiero global. En este aspecto, las conversaciones estuvieron centradas en el problema de considerar que hay bancos que son demasiado grandes como para fallar
, lo que podría volver a arrastrar a todo el sistema financiero hacia una crisis.
En Berlín la canciller alemana Ángela Merkel dijo que Europa necesita una nueva definición de crecimiento económico, puesto que las economías de la región no tienen un crecimiento dinámico e hizo un llamado para una estrategia común.