Viernes 5 de febrero de 2010, p. 43
En México, como en otras naciones, existe una guerra y estigmatización sistemática contra los jóvenes, en particular contra los universitarios, ya que si éstos se aglutinaran serían capaces de impulsar el cambio social que necesita el país, se aseguró durante un foro efectuado en el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a propósito del décimo aniversario de la entrada de la policía federal preventiva a la institución para romper la huelga de 1999-2000.
En el acto, denominado A diez años no olvidamos, los académicos Carlos Fazio, de la Facultad de Ciencias Políticas, y Hugo Aboites, de la Universidad Autónoma Metropolitana, así como Antonio Cerezo, ex preso político
, coincidieron en señalar que actualmente el movimiento estudiantil en México está desarticulado y recordaron que uno de los logros más recientes en la UNAM fue impedir que se eliminara la gratuidad en la formación universitaria.
Aboites indicó que el único
derecho que se concedió a los jóvenes mexicanos en el siglo XX, durante el régimen emanado de la Revolución, fue la educación. Sin embargo, dijo, el neoliberalismo ha intentado arrebatarles esa garantía, por lo que la huelga de 1999-2000 significó una enorme rebelión
.
Sostuvo que algunas de las aportaciones del movimiento estudiantil de hace 10 años fue la visión de gratuidad en la formación universitaria, la no limitación en el pase automático de bachillerato a licenciatura y el aumento en la matrícula de la UNAM de años recientes.
Carlos Fazio subrayó que la huelga en la UNAM (que duró casi 10 meses) dejó “muchas enseñanzas al ser victoriosa, al imposibilitar que el plan del gobierno (de privatización) pudiera concretarse. Sin embargo, –sostuvo– hubo una derrota política de la que el movimiento estudiantil aún no se levanta”.
Recordó que al igual que en los casos de San Salvador Atenco, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y otros encabezados por luchadores sociales que se oponen a las políticas oficiales, el movimiento estudiantil fue constantemente atacado y estigmatizado por los medios masivos de difusión.
Ante la realidad que hoy enfrenta el país y la militarización del territorio nacional, exhortó a los universitarios a organizarse y participar a fin de que se concrete el tan necesario cambio social en México.
A su vez, Antonio Cerezo Contreras, del Comité Cerezo y alumno universitario, señaló que hoy día las autoridades pretenden vincular a los estudiantes con algún movimiento armado, y agregó que el movimiento estudiantil se encuentra disperso y sin un eje articulador.