El subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez Espinosa, se comprometió a trabajar en tareas educativas, pero sin abandonar su militancia ni actividades partidistas, pues aseguró que su nombramiento no fue una arbitrariedad ni hubo una decisión de privilegiar la militancia partidista sobre las competencias técnicas, aunque reconoció que en una administración emanada del Partido Acción Nacional a nadie le debe extrañar que se incorporen algunos elementos.

En su primer acercamiento con los medios de comunicación desde su designación el pasado 14 de enero, el ex secretario de Educación en Jalisco y antiguo líder de la bancada blanquiazul en el Congreso estatal enfatizó: no vengo a hacer un trabajo político, sino educativo, y rechazó que su cercanía con el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, favoreciera su llegada a la Secretaría de Educación Pública (SEP), en sustitución de Miguel Székely Pardo.

Destacó que no es fanático de ninguna religión ni ideología, por lo que se declaró como una persona que cree en el laicismo, al que definió como el respeto a las convicciones fundamentales de las personas, donde el Estado debe mantener una neutralidad ante las posiciones religiosas, políticas e ideológicas de los individuos, por lo que no me es difícil desprender mi marco de convicciones personales ante otro de respeto a los demás.

Agregó que dará continuidad al Sistema Nacional de Bachillerato (SNB), e impulsará la creación de un mecanismo de formación para el trabajo que articule los esfuerzos para la consolidación de las llamadas competencias profesionales, luego de reconocer que enfrenta una tasa de reprobación y deserción de al menos 40 puntos porcentuales en este nivel educativo, con una cobertura de 60 por ciento, que puede caer hasta 48 por ciento si se toma en cuenta a quienes no concluyeron su primaria o secundaria.

Reconoció que ante los retos de incrementar la cobertura no se tiene a la vista que en los siguientes tres años tengamos recursos suficientes para resolver este tema con inversión pública, e indicó que las restricciones financieras nos obligarán a planificar mejor la construcción de infraestructura con parámetros de pertinencia y mayor impacto poblacional.

Martínez Espinosa explicó que como parte de las acciones prioritarias buscará la inclusión de instituciones educativas que aún no se han sumado al SNB, entre ellas, la Universidad Nacional Autónoma de México, donde, afirmó, me dio gusto ver que dentro de las voces de alarma por mi nombramiento, había algunas que decían que era peligrosa la incorporación de una persona que ponía en riesgo la continuidad del sistema. Esto me da gusto porque escucho voces dentro de la universidad que defienden la creación del SNB, y es probable que ahí encontremos algunos aliados.