Viernes 5 de febrero de 2010, p. 24
Caracas, 4 de febrero. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decretó la creación mercados socialistas
con los que asegura combatirá la especulación derivada del capitalismo, al eliminar a los intermediarios.
Inmerso en un proyecto revolucionario socialista
, que sus detractores tildan de capitalismo de Estado, Chávez ha nacionalizado una amplia gama de sectores de la economía, con el argumento de que el gobierno y el pueblo deben manejar los recursos naturales y los medios de producción.
La estatal Corporación de Mercados Socialistas (Comerso) será el nuevo canal de comercialización de los productos elaborados por las comunas, las fábricas socialistas y las empresas recuperadas del sector privado, participando igualmente en la constitución de empresas grannacionales
, según la Gaceta Oficial que circuló el jueves.
El decreto dice que el gobierno tiene entre su cometidos fomentar y desarrollar la economía popular para desplazar el sistema capitalista y crear cadenas productivas sin intermediarios, quienes son la principal causa de la especulación en Venezuela
. La corporación será la casa matriz de filiales que podrán estar tanto en Venezuela como en el exterior.
Alimentos y medicinas
Comerso tendrá empresas de megatiendas del hogar, automotriz, mercados de economía popular, tiendas del Alba, red de areperas socialistas; tienda virtual y máquinas expendedoras; mercados mayoristas; ferias; Comercitos; red de farmacias socialistas y comercio exterior
.
Chávez utilizará para arrancar sus nuevos mercados socialistas la recientemente expropiada cadena Éxito, filial de la francesa Casino, que tiene media docena de grandes tiendas en todo el país, acusada de incumplir leyes venezolanas.
La creación formal de esta corporación sigue a la reciente reforma parcial a una ley que amplía los poderes del Estado para declarar de utilidad pública y expropiar todo tipo de compañías que según el gobierno produzcan bienes y servicios esenciales e indispensables para la población
.
Además, da carta blanca para que el gobierno ocupe, opere temporalmente o incaute las empresas mientras dure el proceso expropiatorio, lo que ha encendido las alarmas sobre las garantías jurídicas y el riesgo político de invertir en Venezuela.
En los últimos años, la revolución ha nacionalizado desde multimillonarios proyectos petroleros hasta cementeras, empresas de electricidad, la mayor siderúrgica del país así como la mayor telefónica y uno de los bancos más grandes, otrora en manos extranjeras.