La economía mexicana resintió una jornada financiera de alta volatilidad caracterizada por la depreciación de la moneda en casi 13 centavos frente al dólar, su peor nivel en lo que va del año, y una caída de 2.18 por ciento en el índice de precios y cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

El comportamiento de los mercados nacionales fue reflejo del desplome en las bolsas de valores mundiales, debido a los problemas fiscales en Europa y las dudas sobre la fortaleza de la recuperación global.

En términos generales fue una respuesta al dato del aumento de las peticiones de subsidio por desempleo en Estados Unidos, así como ante el fuerte retroceso en las cotizaciones de los crudos marcadores en los mercados internacionales.

Así, el crudo para entrega en marzo en Estados Unidos retrocedió 3.84 dólares para ubicarse en 73.14 dólares el barril. A su vez, el Brent de Londres cedió 3.79 dólares a 72.13 dólares por barril. Por su parte, la mezcla mexicana de exportación perdió 3.66 dólares, con respecto al día anterior, al cerrar en 67.04 dólares por barril.

Volatilidad local

Este jueves, al cierre del mercado cambiario de México, el dólar interbancario se cotizó en 13.0935 pesos, casi un punto porcentual arriba de la sesión previa. El miércoles el peso se había comportado positivamente respondiendo al resto de las monedas fuertes, pero finalmente se ajustó conforme a diversos pronósticos emitidos por especialistas.

El grupo financiero Invex consideró que el tipo de cambio había soportado de manera bastante satisfactoria los ajustes en los mercados globales al comienzo de la semana pasada. La devaluación del peso fue proporcionalmente menor a la de otras monedas emergentes. Tan satisfactoriamente se había comportado la moneda nacional, que durante las primeras dos jornadas de esta semana había recuperado una cotización por debajo de los 13 pesos por dólar. Sin embargo, ayer cayó a su nivel más bajo del año al ubicarse en 13.0935 por unidad.

Jueves negro en las bolsas

Según especialistas, el mercado bursátil mexicano resintió los efectos de una creciente desconfianza en la recuperación económica mundial y rompió la racha positiva de los últimos dos días, con un desplome de 683.33 puntos. El principal indicador de la BMV cerró en 30 mil 603.71 unidades.

La bolsa mexicana fue afectada por la salida de inversionistas de los mercados bursátiles, en especial los de los países emergentes, ante el temor surgido por los problemas fiscales en naciones europeas. Durante la víspera, el IPC llegó a caer hasta 2.41 por ciento y aunque se recuperó ligeramente, la jornada fue caracterizada por su tendencia negativa.

Junto con las bolsas mundiales, la mexicana también fue arrastrada por la incertidumbre sobre la recuperación económica. Además influyó el reporte del informe del Departamento del Trabajo de Estados Unidos sobre el número de trabajadores que solicitaron por primera vez el seguro de desempleo, el cual subió la semana pasada a 480 mil, nivel más alto a lo esperado.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo que la recuperación económica de la región podría ser irregular y estar sujeta a incertidumbres, lo que golpeó al euro frente al dólar. La moneda estadunidense se disparó a un máximo de siete meses frente al euro, en medio de crecientes temores sobre la salud fiscal de las economías europeas, en especial las de Grecia, Portugal y España.

La bolsa de Nueva York registró el jueves sus niveles más bajos desde noviembre. El promedio industrial Dow Jones perdió 268.37 puntos, 2.61 por ciento, tras caer brevemente por debajo de la barrera de las 10 mil unidades; el índice Standard & Poor’s 500 cedió 3.11 por ciento, a mil 63.11 unidades, y el Nasdaq Composite perdió 2.99 por ciento, a 2 mil 125.43 unidades.

En América Latina los mercados también fueron arrastrados y el desplome en la región fue encabezado por el mercado brasileño, donde el índice Bovespa cayó 4.58 por ciento, su peor día en lo que va del año. El IPSA de la bolsa de Santiago bajó 1.98 por ciento, mientras el Merval de Buenos Aires cedió 3.54 por ciento.

El FMI teme escenario similar al de Grecia

La incertidumbre abarca también a Portugal

Afp

Madrid, 4 de febrero. La preocupación por la situación de las finanzas públicas de España se disparó este jueves y la bolsa de Madrid se hundió 5.94 por ciento, en medio de advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el alcance de una crisis que hace temer un escenario similar al de Grecia.

El jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió la salud de la economía española en Washington, donde participó en cita política junto al presidente Barack Obama.

Este no es un momento fácil, hay retos fundamentalmente económicos, de gran magnitud, para España y otros países en Europa, reconoció Zapatero.

La bolsa en Madrid se desplomó casi 6 por ciento este jueves, y entre los analistas económicos dentro y fuera de España creció la inquietud en torno a la salud de la economía española y su capacidad de reducción de la deuda o del déficit público.

En Madrid todos los valores sufrieron duras bajas, con los bancarios a la cabeza: Santander perdió 9.4 por ciento; BBVA, 7.54, y Banco Popular, 6.54.

La incertidumbre también incluyó a Portugal, nueva presa de los mercados, según el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, luego de que la Comisión Europea aprobó el miércoles el plan de recorte presupuestario de Grecia.

La bolsa de Lisboa cayó 4.98 por ciento y el resto de la principales plazas bursátiles europeas también mostró retrocesos importantes, aunque no tan fuertes: Londres cedió 2.17 por ciento; París, 2.75, y Francfort, 2.45.

Tanto España como Portugal tienen graves problemas presupuestarios, con una deuda y un déficit públicos en fuerte alza, por lo que muchos ven semejanzas entre su situación y la de Grecia, que tiene en vilo a la eurozona desde hace varias semanas.

La crisis es muy fuerte en España, que debe hacer un esfuerzo considerable para reducir el déficit público, afirmó el jueves el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien comparó la situación con lo que pasó en Estados Unidos.

España, duramente castigada por una profunda recesión económica y por el estallido de su burbuja inmobiliaria, vio cómo sus finanzas públicas se han degradado a una velocidad vertiginosa desde 2007, erosionando la imagen de la economía nacional.

El desempleo llegó a 18.83 por ciento de la población activa a fines de 2009 –casi el doble que en la zona euro– y afecta a más de 4 millones de personas, según datos difundidos el martes. La agencia de calificación financiera Standard & Poor’s rebajó la nota de España en diciembre.