El presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Val- dés Zurita, demandó en el Senado modificar la legislación comicial, con miras a las votaciones presidenciales de 2012; pidió perfeccionar el modelo de comunicación política en medios electrónicos, revisar la propaganda velada y considerar quitar al organismo la facultad de sancionar a estaciones de radio y televisión que incumplan con la transmisión en tiempos del Estado.

En respuesta, el priísta Manlio Fabio Beltrones expresó disposición a analizar las propuestas de cambio y la posibilidad de reubicar en otras instancias las facultades que hacen al instituto entrar en conflicto intenso con los poderes fácticos o con medios específicos, con el fin de evitar que se dañe el prestigio y la credibilidad del IFE.

A su vez, el perredista Carlos Navarrete señaló que hay tiempo de corregir las rendijas de esa reforma por las que se pretende burlar la legislación.

Acompañado de los integrantes del Consejo General del IFE, Valdés presentó ante los integrantes de la Junta de Coordinación Política el libro blanco, informe sobre la forma en que el instituto ha puesto en marcha los lineamientos de la reforma electoral que aprobó el Congreso en 2007.

Valdés aseveró que el informe pone además sobre la mesa una serie de cuestionamientos y temas que a la luz de la experiencia del proceso electoral de 2009 pueden ser revisados, perfeccionados y actualizados para los comicios venideros.

Destacó que el modelo funcionó y el IFE ha podido erigirse en autoridad nacional en radio y televisión, instalando una vasta infraestructura tecnológica que México no tenía y ahora es parte del patrimonio del Estado.

No obstante, lo anterior no quiere decir que el modelo no exija cambios y modificaciones puntuales para hacerlo más flexible, más sencillo y más efectivo.

En la parte final del informe se hacen 12 propuestas prácticas y técnicas para realizar las modificaciones, añadió.

Se trata, expuso, “de reconsiderar la idea del ‘promocional’ como único vehículo de comunicación electoral, de diferenciar entre sujetos regulados de muy distinta naturaleza, de anticipar las modernas y cada vez más difundidas formas de comercialización (como la propaganda integrada), de regular mejor los informes de servidores públicos, etcétera”.

También se propone, apuntó, reconsiderar la ubicación y las condiciones en que se desarrolla el procedimiento especial sancionador para refrendar su carácter de garantía de justicia, y no de otro instrumento de propaganda, al mismo tiempo que se redefinen varias de las categorías del litigio en la propaganda de partidos y se acotan las causales para dar paso al recuento de votos, haciéndolo depender, siempre, de la petición de parte.

Esa, señaló, es la agenda pertinente, para consolidarla y volverla parte definitiva de nuestra convivencia política.

La intensidad y la complejidad renovada de la elección presidencial en 2012 merecen la atención de esta soberanía, merced a cambios puntuales y bien localizados.

Después, en conferencia de prensa, dijo que la reforma electoral siempre es perfectible, y más cuando se aplica por primera vez.

Es muy complejo, abundó, que una autoridad electoral pueda regular las acciones de personas o de agrupaciones a las que se ha dado por llamar poderes fácticos, porque se trata de figuras que o no están suficientemente reguladas en la ley electoral o sus actividades no son específicamente electorales. En el informe que hemos entregado damos sugerencias e ideas para reforzar las atribuciones del IFE.

Hay todavía pendientes legislativos, aseveró. Los propios senadores los conocen: el artículo 134 de la Constitución, que regula el uso de recursos públicos por funcionarios de los tres niveles de gobierno, no está completo, porque requiere una ley secundaria que regule todo con claridad y que esos recursos no influyan en la contienda electoral.