Ciencias
Ver día anteriorJueves 4 de febrero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Sicólogos británicos hallan notables pruebas de que se desarrollan hábitos compulsivos

La adicción a Internet, asociada a la depresión, revela estudio

La mitad de los estadunidenses se acercan a la red para obtener información sobre la salud, mientras sólo 5 por ciento se comunican con sus médicos, informan investigadores del gobierno

Foto
Más de 6 mil personas se reunieron en Sao Paulo, Brasil, en el campus party, donde usuarios jóvenes de Internet utilizaron la red a velocidades mayores que las convencionales, en lo que se considera un festival de la comunicación que por segundo año se celebra en ese paísFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de febrero de 2010, p. 2

Londres, 3 de febrero. La gente que pasa mucho tiempo navegando en Internet es más propensa a mostrar síntomas de depresión, dijeron este miércoles científicos británicos.

Sin embargo, no está claro si la Internet causa depresión o si la gente deprimida se ve arrastrada hacia la red.

Sicólogos de la Universidad Leeds hallaron lo que calificaron como pruebas notables de que algunos ávidos usuarios de Internet desarrollan hábitos compulsivos en los que remplazan la interacción social en la vida real con los chats y sitios de redes sociales.

El estudio refuerza las especulaciones públicas de que la participación en páginas web que sirven para remplazar las funciones sociales normales podrían estar relacionadas con desórdenes sicológicos como la depresión y la adicción, dijo Catriona Morrison, líder del estudio, publicado en la revista Psychopathology.

La navegación adictiva por Internet puede tener un serio impacto en la salud mental, agregó.

En el primer estudio en gran escala de jóvenes occidentales para observar este problema, los investigadores analizaron el uso de Internet y los niveles de depresión de mil 319 británicos de entre 16 y 51 años.

De este total, 1.2 por ciento eran adictos a Internet, concluyeron.

Este grupo pasó proporcionalmente más tiempo en busca de gratificación sexual en páginas web y usando juegos online y redes sociales, dijo Morrison.

Los adictos a Internet también sufrieron depresiones entre moderadas y severas con mayor frecuencia que los usuarios normales.

El uso excesivo de Internet está asociado con la depresión, pero lo que no sabemos es qué viene primero: ¿la gente deprimida se ve arrastrada a Internet, o es Internet lo que causa la depresión?, se preguntó Morrison.

Lo que está claro es que para un pequeño subgrupo de personas, el uso excesivo de Internet podría ser una señal de advertencia de tendencias depresivas, sostuvo.

Morrison destacó que aunque los clasificados como adictos conforman apenas 1.2 por ciento, la cifra es mayor que la incidencia de adictos a los juegos de azar en Gran Bretaña, que es de alrededor de 0.6 por ciento.

En Washington, investigadores del gobierno dijeron que más de la mitad de los estadunidenses buscaron información sobre salud en Internet el año pasado.

Pero sólo 5 por ciento usaron el correo electrónico para comunicarse con sus médicos, según un sondeo del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud.

Encuestas

Para el estudio, los investigadores aplicaron una encuesta a 7 mil 192 adultos de entre 18 y 64 años entre enero y junio del 2009.

La institución, que forma parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), informó en un comunicado que en ese periodo 51 por ciento de los adultos encuestados había buscado información de salud en la red en los 12 meses previos.

“Entre los adultos de 18 a 64 años, las mujeres fueron más propensas que los hombres a buscar datos de salud en Internet (58 por ciento versus 43 por ciento) y también a usar grupos de chat para aprender acerca de temas de salud (4 por ciento contra 2.5 por ciento)”, agregó el centro.

El sondeo encontró que 6 por ciento de los adultos usaron la red para pedir el refuerzo de una receta médica y casi 3 por ciento concertaron una cita con un profesional de la salud por la red en los 12 meses anteriores.

Otros investigadores encontraron que los médicos se resisten a usar Internet o el correo electrónico para comunicarse con los pacientes, por privacidad o por temor a que se genere confusión acerca de cómo cobran por su trabajo.