En la ciudad de México viven 500 personas que rebasan los cien años de edad, que forman parte de la historia de este país como testigos o protagonistas, de etapas como el Porfiriato, la Revolución Mexicana, la Decena Trágica, los sismos de 1957 y 1985, hasta el día de hoy.

Como parte de los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) editó un libro en el que rinde homenaje a cien de estos 500 ancianos.

Aquí está buena parte de lo que es la historia, no de grandes personajes, no de los políticos, no de las instituciones, sino de las personas que habitan, que hacen la historia, señaló el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, ante 80 centenarios, que junto con su familia acudieron ayer al patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

En primera fila se ubicó a doña Juana Negrete, quien nació el 15 de mayo de 1887 en Abasolo, Guanajuato, y que hoy día es vecina de la colonia Doctores, en la delegación Cuauhtémoc. Probablemente es la ciudadana de más edad en el país y en el mundo, acotó Enrique Márquez Jaramillo, coordinador de la Comisión Bi 100 Centenario de la Ciudad de México.

Cuando doña Juana vino al mundo, los caudillos y generales de la Revolución estaban todavía muy verdes y muy lejos de imaginar su futuro como ganadores o perdedores de un movimiento en el que campearon el hambre, la incertidumbre, las balaceras, las traiciones, los ideales y las buenas causas sociales, narró Márquez Jaramillo.

El mandatario capitalino resumió: ellos son una buena guía de ¿qué somos?, ¿de dónde venimos?, ¿cómo pensamos? y ¿qué quisiéramos de nuestra ciudad?

Después del acto protocolario, el jefe de Gobierno del Distrito Federal dedicó alrededor de 40 minutos a tomarse la foto con los y las centenarias y sus familias, y firmar ejemplares. Más de una le dio la bendición a Ebrard y le deseó suerte para que sea el próximo presidente de México. El mandatario respondía: ojalá.

Rosa Icela Rodríguez, directora del Instituto de Atención al Adulto Mayor del Distrito Federal (IAAM), precisó que existen 500 centenarios, no mil 600, como manejó el área de comunicación del gobierno capitalino. Los tenemos registrados, porque a todos les damos su pensión, indicó.

En el transcurso de la elaboración del libro hasta su presentación fallecieron cinco ancianos centenarios.

Para el acto el instituto dispuso de una ambulancia, 50 médicos y cerca de 100 educadoras con el fin de atender cualquier eventualidad que pudiera ocurrir.