Miércoles 3 de febrero de 2010, p. 27
Washington. Estados Unidos empezará esta semana a revisar su política frente a la homosexualidad en las fuerzas armadas, a fin de dejar de perseguir agresivamente
con medidas disciplinarias a militares gays y con la vista puesta en cambiar la estrategia de “don’t ask, don’t tell” (no preguntes, no cuentes) empleada durante los últimos años. El compromiso será dado a conocer en una audiencia de este martes del Comité de los Servicios Armados del Senado ante la que comparecerán el jefe del Pentágono, Robert Gates, y el jefe del estado mayor conjunto, Michael Mullen, quienes anunciarán la creación de un grupo que estudie cómo revocar
tal política. El presidente Barack Obama se comprometió la semana pasada a poner fin a esta política que, afirmó, niega a los estadunidenses homosexuales el derecho a servir al país que aman por ser como son
. Durante el gobierno de Bill Clinton (1992-200) se delineó una especie de compromiso para permitir la presencia de homosexuales en el ejército, siempre y cuando no se hiciera pública su orientación sexual, si bien prevé su expulsión si ésta es descubierta.