Ginebra, 2 de febrero. Un grupo armado trató sin éxito atacar el sábado pasado una caravana de ayuda alimentaria escoltada por la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah), anunció hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (OCHA), que consideró que la situación de seguridad sigue estable pero potencialmente volátil.

Elisabeth Byrs, vocera de la OCHA, dijo que el incidente fue en el aeropuerto de Jeremie en el que un grupo armado atacó un convoy de víveres. Los agresores bloquearon una carretera antes de la llegada de la caravana. La Minustah lanzó disparos de advertencia y los hicieron huir, indicó.

Generalmente, la situación de seguridad en el país sigue estable aunque potencialmente volátil, según la OCHA, que habla solamente de incidentes aislados.

Unos 6 mil reos escaparon de las cárceles haitianas, parcialmente destruidas y dejadas sin vigilancia luego del terremoto de 7 grados Richter que devastó Haití el pasado 12 de enero.

La inseguridad es uno de los principales temas de inquietud de los equipos internacionales de ayuda humanitaria y de los habitantes de Puerto Príncipe, víctimas de robos y pillajes.

El subsecretario de la OCHA, John Holmes, defendió en Ginebra la acción del ejército de Estados Unidos en Haití, junto a Naciones Unidas, al estimar que no hay tentativa alguna de dominar militarmente el país.

Estamos contentos de que estén ahí. Pudieron hacer cosas de las que nosotros no éramos capaces, como administrar el aeropuerto o ayudar a reparar el puerto.

Holmes reconoció que las tropas estadunidenses ayudan a veces a la Minustah a garantizar la seguridad durante la distribución de víveres o, a veces, a proteger los convoyes de ayuda.

Estados Unidos desplegó unos 20 mil soldados para socorrer a Haití tras el sismo, lo que ha sido rechazado por Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, que lo consideraron una ocupación.

Por otra parte, la Comisión Europea señaló en un informe que el número de niños huérfanos tras el terremoto grado 7 que devastó Haití se duplicó y alcanza en la actualidad el millón de afectados.

La cifra incluye también a niños que perdieron sólo a uno de sus padres, así como a otros separados en el mejor de los casos temporalmente de sus padres.

Según datos preliminares, antes del sismo había unos 380 mil menores huérfanos en el país.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que en Haití debe prevalecer la reunificación familiar.

Añadió que tras el terremoto varios niños fueron separados de sus padres o familias y se hallan en riesgo de contraer enfermedades, de sufrir graves problemas emocionales o ser víctimas de tráfico y explotación sexual.

El organismo humanitario enfatizó la importancia de que los esfuerzos se concentren en la reunificación familiar.

La ONU advirtió de los riesgos de secuestro y otros abusos para los menores en Haití, cuya protección debe convertirse en un objetivo central de los trabajos de recuperación tras el sismo.

Por tal motivo, el organismo sugirió que los niños que no cuenten con la tutela de un adulto deben ser registrados y, en la medida de lo posible, ser reunidos con miembros de sus familias.

Los 33 menores que la organización cristiana estadunidense New Life Children’s Refuge intentó sacar ilegalmente están siendo reunidos con sus familias, indicaron las autoridades.

Los niños fueron recogidos la semana pasada por miembros del grupo religioso con sede en Idaho, que intentó cruzar con ellos la frontera hacia República Dominicana, donde tenían previsto establecer un orfanato cristiano.

Todavía no se decide la suerte legal de los misioneros ni las condenas a las que serían sentenciados en caso de ser hallados culpables, o si serán juzgados en Haití o Estados Unidos.