Mediante cooperativas el Gobierno del Distrito Federal está resolviendo el desempleo, uno de los principales problemas del país, afirmó su titular, Marcelo Ebrard Casaubon.

Eso deberíamos hacer en todo el país, abrir las puertas y apoyar a la gente que quiere trabajar y no esperar a que nos hablen de Estados Unidos, o no sé de dónde; o cuándo nos resuelve alguien lo que nosotros, en buena medida, podemos, es decir, ser competitivos, productivos, pero también justos, remarcó.

Recordó que en 2009 México fue el país de América Latina con mayor caída, pero otros crecieron, pues no se quedaron a ver a qué horas, al contrario, dijeron: ‘bueno, hay crisis, ni modo, nos ponemos a trabajar’”.

Al entregar chalecos confeccionados por cooperativistas de la ciudad, en las instalaciones del corporativo de Costura Quetzal, delegación Venustiano Carranza, destacó que se debe abrir una puerta para apoyar a las personas que quieren trabajar, tener un ingreso, pues cuando van a tocarla les dicen que no hay créditos o les preguntan qué propiedad o empresa tienen.

Detalló: Se trata de que tengan acceso a esos recursos. Eso sería inteligente, justo, sensato para el país.

Se financiarán proyectos

La constitución de cooperativas, por ello, se ha convertido en una fuente de generación de empleos importante, sin que le cueste al gobierno capitalino un solo centavo, sólo la organización de la fuerza de trabajo, afirmó Benito Mirón Lince, secretario del Trabajo y Fomento al Empleo.

Tras anunciar que este año se capacitará a mil 752 personas y financiarán 75 proyectos con 7 millones 500 mil pesos, puntualizó que un gobierno que no genera empleo no está cumpliendo con su responsabilidad, por lo que este año, además de las tareas de capacitación y asesoría técnica, se consolidará el trabajo iniciado en 2007: lograr la formación de redes de producción y consumo.

Además, dijo, habrá convenios delegacionales que permitan hacer cumplir la Ley de Fomento en la materia, pues sólo con 11 contratos las cooperativas elaboraron casi un millón 280 mil piezas en tres años, entre uniformes escolares, de trabajo, cubrebocas, fundas de butacas y bolsas de manta, que fueron exportadas a Francia.

Con ello se ha logrado incorporar a personas mayores de 30 años –que para la economía neoliberal ya no son productivos–a una actividad que les permite ser dueños de su producción, siendo mujeres en la mayoría de casos.