Sociedad y Justicia
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Son responsabilizados de la muerte de una mujer en 2007

Médicos sin cédula profesional ejercen en hospitales de la UPAEP y la BUAP
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de febrero de 2010, p. 36

Personas que ejercen como médicos especialistas, pero carecen de cédula profesional, en hospitales privados que no cumplen con los requisitos ni de un centro de salud, están involucrados en la muerte de Leonarda, lo mismo que un médico de los hospitales de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP) y el Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

En ocho meses de 2007, la señora fue sometida a seis operaciones quirúrgicas. La primera en enero, supuestamente, para corregir una hernia en el disco invertebral L5. Según los doctores Refugio Montalvo Casas y Jesús Manuel Vargas Vázquez, el procedimiento era urgente. Ambos se ostentaron como ortopedista y cirujano de la misma especialidad, respectivamente. Esa cirugía, donde también participó José Luis González García, se realizó en el hospital La Soledad, localizado en Atlixco, Puebla.

El deterioro en la salud de Leonarda fue progresivo y los dolores de espalda cada vez más intensos. Lejos de ayudarla, los médicos se desligaron de la paciente y no la atendieron más, comentó Marcelino Castillo Reyes, esposo de la víctima, quien para hacer frente a los gastos de los tratamientos médicos de la señora hipotecó su casa y ahora se encuentra en un conflicto legal por una deuda cercana a 500 mil pesos.

En su búsqueda de ayuda, Marcelino encontró al doctor Jesús Alfonso Cao Romero Arroyo, quien desde el primer momento aseguró que podría curar a Leonarda. Sugirió internarla en el hospital de la UPAEP, donde la operó, con una supuesta certeza de 95 por ciento, de que se recuperaría.

Aparentemente, Cao Romero Arroyo colocó unos tornillos en la cadera de la enferma, con la finalidad de estabilizar su columna vertebral. No funcionó y más bien se le formó un absceso en la herida de la espalda. Después, debido a que Marcelino no podía seguir pagando los casi 12 mil pesos diarios que le cobraba el hospital, Cao Romero le propuso el traslado de la enferma al nosocomio de la BUAP.

Entre uno y otro nosocomios, Leonarda fue sometida a otras cirugías que tampoco salieron bien. La salud de la señora siguió en franco deterioro, al grado de que no podía mantenerse en pie ni unos cuantos minutos.

A finales de julio, estando en el hospital de la BUAP, Leonarda empeoró todavía más y ella lo percibía. Sentía que ya no se curaría. Quiso despedirse de sus hijos. A los pocos días cayó en estado de coma, y a pesar de eso, Cao Romero Arroyo aseguraba que se curaría.

Luego de 10 días, Leonarda no resistió más y murió a causa de un choque séptico. Para entonces, Marcelino ya había iniciado demandas penales en contra de los médicos que participaron en la atención médica de la señora. Está seguro de que hubo negligencia y dolo de los doctores. Así se lo confirmó la Comisión de Arbitraje Médico de Puebla.

El dictamen realizado por el organismo concluyó que hubo responsabilidad de los médicos de los hospitales de la UPAEP y la BUAP, incluidos los residentes. La misma comisión detectó que Refugio Montalvo y Jesús Manuel Vargas carecen de cédula profesional para desempeñarse como ortopedista y cirujano de la especialidad, respectivamente.

Marcelino asegura que Cao Romero Arroyo intentó convencerlo de que desistiera de la denuncia, le ofreció dinero a cambio de ello, “‘lo que quieras’, me dijo.

Como no acepté, pasó a las amenazas, recordó. Su actitud y la pretensión del personal del hospital para que autorizara un procedimiento al cadáver de su esposa, lo hicieron sospechar. No sabía de qué, pero tenía miedo.

Cuando le entregaron el cuerpo de Leonarda ya lo habían preparado, como para que ya no moviéramos nada. Claramente recuerda que la herida de las cirugías que le practicaron a Leonarda era de unos 10 centímetros. Cuando revisé el cuerpo, no lo podía creer. Tenía la espalda con una herida, totalmente abierta, de 50 centímetros. Así me la entregaron.

Marcelino tiene pruebas de lo que dice. Todo lo presentó a la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla y a los jueces que llevan los juicios. Pero hasta ahora, nada ha pasado. Los médicos se ampararon ante las órdenes de aprehensión giradas en su contra y siguen trabajando como si nada... ahora entiendo por qué la gente se hace justicia por su propia mano, concluyó.