Se recorrerá en 2.5 horas; la vieja vía, en 8
Beneficios alcanzarán a Zacatecas y SLP, dicen
Lunes 1º de febrero de 2010, p. 29
Culiacán, Sin., 31 de enero. La vieja carretera de Mazatlán a Durango lleva 47 años en funcionamiento. Es una vía sinuosa muy peligrosa que consta de 305 kilómetros y se recorre hasta en ocho horas.
El próximo año estará concluida la supervía Mazatlán-Durango, que tendrá 230 kilómetros y podrá recorrerse en unas dos horas y media.
No solamente permitirá a los duranguenses llegar más pronto al mar y tener mayor seguridad, sino que Sinaloa podrá acceder a una región que genera alrededor de 26 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional, y multiplicará sus posibilidades de acceso al mercado de Estados Unidos.
63 túneles y 53 puentes
La obra incluye 63 túneles, de los cuales El Sinaloense constará de 2.8 kilómetros y será el más largo de México; además de 53 puentes, de los cuales el llamado Bicentenario –que cruza el río Baluarte, en el municipio de Concordia– ya tiene avance superior a 50 por ciento y medirá unos mil 124 metros de longitud, costará unos mil 600 millones de pesos y será el más alto en América Latina, con 520 metros de claro principal, según información de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de las autoridades de Sinaloa.
La autopista tendrá una pendiente máxima de 6 por ciento, que anteriormente era de 12 por ciento, y en lugar de las 170 curvas actuales sólo serán 40, por lo que podrá transitarse a velocidad promedio de 90 kilómetros por hora, cuando actualmente la carretera no permite viajar a más de 50.
La supercarretera Mazatán-Durango y su prolongación a Matamoros, Tamaulipas, es conocida ya como supervía
por su magnitud, la orografía que surca y el costo estimado de 18 mil millones de pesos (de los cuales más de 8 mil 200 se invertirán en Sinaloa); así como los beneficios e impacto multiplicador que tendrá en la economía y el desarrollo regional.
Los trabajos se iniciaron en 2006 y concluirán en noviembre de 2011.
Las empresas que participan son la Constructora Durango-Mazatlán, con presencia de capital español, y las ciento por ciento mexicanas Grupo Constructora Cinco, Comac, y Construcciones y Trituraciones.
Ignacio de Nicolás, secretario de Desarrollo Económico de Sinaloa, dijo que los beneficios también alcanzarán a Zacatecas y San Luis Potosí, por la creación de empleos, mejoras de productividad, incremento del nivel educativo, acceso a nuevos mercados y mejora del nivel de vida.
Según De Nicolás, la obra tuvo un impacto favorable en la economía regional desde su inicio, con derrama de más de 700 millones de pesos, que podría llegar a mil 320 millones en 2010.
Tan sólo la empresa mazatleca Procesadora de Materiales Pétreos (Promape) tiene una promesa de contrato por 180 millones de pesos para el suministro de concreto en uno de los tramos
, manifestó el funcionario sinaloense.
Ahora se busca mirar al este, hacia Durango, Zacatecas y San Luis Potosí; lo cual implica reorientar el pensamiento económico
con perspectiva de norte a sur a través de la ruta Nogales-Guadalajara. Este corredor logístico potenciará la capacidad empresarial del estado, según las autoridades.
La entidad podrá incorporarse en no más de dos horas al eje carretero México-Ciudad Juárez, pero más importante: se conectará en unas cinco horas al eje México-Laredo, que es por donde transitan 72 por ciento de las exportaciones e importaciones del país, y Nogales dejará de ser la frontera estadunidense más cercana a Sinaloa.