Domingo 31 de enero de 2010, p. a20
El escritor cubano Reinaldo Arenas, en la fase terminal de sida, se suicidó en Nueva York en 1990, dejando un estremecedor testimonio que terminó apenas unos días previos cuando puso fin a su vida: Antes que anochezca.
La obra de Arenas resalta tres etapas sobresalientes en su existencia: el romanticismo en su niñez, que es exaltado con un lenguaje poético y contrasta con el realismo que emplea al redactar sus otras dos etapas: la persecución y represión que padeció durante el régimen de Fidel Castro y la enfermedad y después la muerte acaecida durante su exilio en Nueva York.
Reinaldo Arenas reunía las tres condiciones más idóneas para convertirse en uno de los muchos parias engendrados por el infierno carcelario de la época: ser escritor, homosexualy disidente.
En la autobiografía narra su peripecia vital e intelectual, desde los bajos fondos de La Habana, donde malviven los excluidos del sistema, hasta las dificultades del exilio, pues se negó a plegarse a la discreta neutralidad que la izquierda bien pensante esperaba de él.
La sexualidad cobra un aspecto relevante en toda su obra, ya que es un defensor a ultranza de la libertad sexual en un régimen como el de Castro en que los homosexuales eran perseguidos e incluso condenados a permanecer en prisión.
Su obra constituye un alegato contra cualquier tipo de censura, sea sexual, social o política y un canto en favor de la tolerancia y la libertad plena.
Entre sus obras que han sido traducidas a diversas lenguas figuran más de 20 títulos. Destacan Celestino antes del alba (1965), El color del verano, Otra vez el mar y El palacio de las blanquísimas mofetas (1980).
Título: Antes que anochezca
Autor: Reinaldo Arenas
Editorial: Tusquets
Número de páginas: 340